“Le Figaro” entrevista a Kappauf, fundador de la revista “Citizen K Internacional”, que acaba de lanzar un nuevo producto dirigido a los hombres. Se trata de “Citizen K Homme Sport”, un semestral que reforzará la marca “Citizen K”.
Según explica Kappauf, este lanzamiento servirá para reinventarse y dotar de un poco de adrenalina y testosterona a su publicación principal. El precio también resulta muy atractivo, un euro, el mismo precio de “Citizen K International” hace diez años. Una publicación alimentará a la otra, y se beneficiarán ambas. También servirá para llegar a la audiencia masculina más directamente con temas como el deporte, la moda o las nuevas tecnologías.
Para el presidente del grupo, “este tipo de prensa está más a salvo de la crisis que la prensa clásica de información o generalista. Somos un nicho bastante protegido”. Pero la prensa dedicada al lujo ya empieza a ser bastante numerosa, por lo que es difícil diferenciarse de los rivales y hay que reinventarse. Esto es lo que han pretendido hacer “Citizen K” con la salida de este nuevo suplemento: ofrecer un producto sofisticado y de calidad para reforzar la marca.
Los ingresos llegan en buena parte de la publicidad, incluida la digital. Pero para evitar la publicidad invasiva, garantizan dos tercios de contenidos y un tercio de anuncios, mientras que las revistas de la competencia establecen un 50% de informaciones y otro 50% de publicidad.
“Citizen K Homme Sport” ya ha salido a la venta con temas como entrevistas a hombres con poder o retratos de deportistas. Pero también aparecen relojes de lujo, moda, belleza o nuevas tecnologías, donde las marcas se publicitan a través de noticias. Es un nuevo ejemplo de brand journalism o periodismo de marca que está tan de actualidad y enfrenta a los defensores del periodismo tradicional con los que apoyan este tipo de informaciones.