La Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) acaba de hacer público un informe con los datos de ventas de la industria musical en el año 2012. Después de una crisis provocada en gran parte por las descargas ilegales en internet y las copias piratas de cds, el año pasado la venta de música de forma legal volvió a experimentar un crecimiento que no se producía desde hace trece años. Los ingresos globales por ventas en cualquier formato subieron un 0’3% hasta alcanzar los 16’5 mil millones de dólares (12’62 mil millones de euros).
Según los datos del informe, una de las razones de esta recuperación es la consolidación de la buena marcha del negocio de la música online, que aumentó un 9% y ya representa el 34% de los ingresos globales. El pago por las descargas, suscripciones y los ingresos publicitarios han hecho posible esta subida por segundo año consecutivo. La apertura a más de 100 mercados gracias a la masificación del uso de dispositivos móviles, cuando en 2011 estos servicios sólo estaban presentes en 23 países, ha sido clave para que la música se postule como la industria que está impulsando la economía digital.
Pero todos estos esfuerzos no obtendrían sus frutos si no vinieran acompañados de un cambio en la mentalidad de los usuarios. Cada vez son más las personas que pagan por descargar música. Un estudio llevado a cabo por Ipsos MediaCT pone de manifiesto que el 62% de los internautas de nueve mercados que representan el 80% de las ventas musicales, ha usado un servicio de música con licencia en los últimos seis meses. En 2012 se descargaron 4’3 millones de canciones y álbumes legalmente.
Aunque la música empieza a encontrar su sitio en Internet, las páginas de descargas ilegales siguen haciendo daño a la industria e impidiendo un mayor crecimiento de las ventas. El IFPI considera que los gobiernos deben jugar un papel clave para perseguir cualquier atentado contra los derechos de autor. Sería primordial que facilitaran una mayor cooperación entre anunciantes, motores de búsqueda y proveedores de internet para evitar negocios ilegítimos.
En este sentido, ya se han dado los primeros pasos. Muchas empresas han eliminado su publicidad de páginas de descargas ilegales. Por otra parte, motores de búsqueda como Google anunciaron que darán prioridad a páginas en las que haya un gran número de avisos de copyright válidos, aunque esta iniciativa se ha quedado en una simple promesa, ya que siguen apareciendo en la primera página webs ilegales. Finalmente, sí parecen más efectivas las acciones de proveedores de servicios de Internet. Por ejemplo, en cinco países europeos donde los tribunales pidieron a estos proveedores el bloqueo al acceso a The Pirate Bay, los niveles de uso se redujeron un 69%.