En apenas dos años han pasado de la fama al olvido. En 2009 fueron la sensación del momento, con un nivel de ventas que se disparó en muchos países. Los expertos llegaron a admitir que los netbooks revolucionarían el sector y cambiarían las reglas del juego, dando protagonismo a los pequeños fabricantes que habían apostado por ellos para dar un nuevo impulso al negocio. Para las grandes potencias representaban la mejor opción para renovar los mercados, que empezaban a sentir el peso de la saturación. Para las economías emergentes suponían la oportunidad de acceder masivamente a la informática por las características del producto: más baratos, compactos y prácticos que los portátiles convencionales.
El éxito, sin embargo, puede ser fugaz en el vertiginoso mundo de la informática. Ahora es el turno de las novedosas tabletas, que en cuestión de meses han roto el mercado y están causando furor entre los consumidores. Apple abrió la veda con el iPad, de las que en menos de un año se han vendido más de 15 millones de unidades. El cambio de tendencia es radical.
Según la consultora norteamericana NPD, las ventas de netbooks cayeron el 38% durante la Navidad pasada en Estados Unidos, debido en gran medida a la irrupción de las tabletas. Aunque existen otros motivos. Los expertos también argumentan que los netbooks no han estado a la altura de las expectativas en determinados casos, lo que se ha traducido en consumidores poco satisfechos con el rendimiento y la utilidad de estas herramientas. Ofrecen, efectivamente, una relación calidad-precio aceptable y resultan extremadamente fáciles de transportar, pero no han logrado alcanzar el nivel de productividad de los portátiles convencionales.
Es evidente que el entusiasmo inicial por los netbooks se ha desvanecido. No por ello desaparecerán de las tiendas ni dejarán de ser un producto interesante para muchos consumidores. Otra consultora norteamericana, IDC, asegura que en 2011 se venderán alrededor de 32,9 millones de unidades, cifra que, aunque suponga un retroceso del 7% respecto a 2010, todavía representa el 10% del mercado de ordenadores.
Por otra parte, la moda de las tabletas (en 2010 se vendieron cerca de 18 millones de unidades, con Apple acaparando el 83% del mercado) también ha empezado a comer terreno al PC de toda la vida. En un comunicado reciente, Gartner revisaba a la baja su previsión de ventas de ordenadores personales para este año y el siguiente. Ahora creen que en 2011 se venderán en torno a 387,8 millones de unidades, el 10,5% más que en 2010. Su anterior cálculo barajaba un incremento del volumen de ventas del 16% para el conjunto del ejercicio. La previsión para 2012 también retrocede, del 14,8% inicial, al 13,6%.