A partir de ahora, los editores podrán decidir si permiten o no la cesión de su trabajo o solicitar a Google que sean retirados. También puede decidir vender los libros digitalizados por Google en su tienda de contenido digital de Google Play. Quienes opten por dejar que sus trabajos formen parte de la base de datos de Google tendrán la posibilidad de solicitar una copia digital para su uso.
El enfrentamiento legal comenzó en 2005, tras el escaneado sin autorización de millones de libros por Google en las bibliotecas estadounidenses. Entonces, cinco editoriales (The McGraw-Hill Companies, Pearson Education, Penguin Group, John Wiley & Sons, y Simon & Schuster) demandaron a la compañía por infringir las leyes de derechos de autor.
El objetivo de Google Library Project es, según la web de la empresa tecnológica, "facilitar la búsqueda de libros relevantes, especialmente aquellos que no se pueden encontrar de ningún otro modo como, por ejemplo, libros descatalogados, sin violar los derechos de autores y editores".