¿Qué ha supuesto el acuerdo que sienta las condiciones técnicas que deben tener los receptores y los servicios interactivos para garantizar que éstos funcionen en cualquier televisor?
España podrá situarse en la vanguardia de la prestación de los servicios de la televisión conectada. El consumidor accederá al video bajo demanda, las redes sociales, los juegos o la publicidad interactiva, realizar votaciones o enriquecer con información programas de televisión.
Se han vendido televisores conectados antes de realizar el estándar ¿De que cantidad estamos hablando?
Los fabricantes no están publicando datos, creemos que hay más de un millón. La conectividad a Internet puede venir a través del televisor o del descodificador.
Hay diferentes tendencias para acceder a Internet a través del televisor. La más importante es una propuesta de contenidos organizados ofrecida por los fabricantes de televisores. Prácticamente, la tienen todos, desde Samsung a Sony, pasando por LG. Eso no quiere decir que estén en contra de los estándares, han trabajado para consolidar uno, pero un fabricante no puede esperar.
Cada fabricante ha puesto en su televisor conectado un portal propio, a través del cual entras en otros tantos, también en los de cada cadena de televisión. Con los nuevos televisores se podrá entrar directamente en el portal de cada cadena, o directamente en Internet, sin pasar por los portales de los fabricantes. De cualquier forma, el televisor no es un ordenador, y aunque acceda a Internet no veremos todos los contenidos igual.
¿Deben diferenciarse los contenidos audiovisuales en función de que se vean por el televisor o por el ordenador?
La televisión se abre a más ventanas, Internet, el autobús o el móvil, son oportunidades que conllevan un aumento de los ingresos. Los contenidos audiovisuales deben adecuarse a cada uno, y depende de cada uno la forma de hacerlo. Un contenido puede viajar bien entre distintos soportes, y solo deberán cambiarse los planos en la postproducción para, por ejemplo, acercar los planos de una pelota.
No hay necesidad de hacer una postproducción diferente entre la televisión y la televisión conectada. En este segundo caso, los contenidos pueden enriquecerse con información adicional, entrevistas con protagonistas de una serie, o repositorios de almacenes. La televisión conectada no fragmenta la audiencia, añade posibilidades. Las audiencias se están yendo porque no encuentran en el televisor contenidos de Internet, como los videos de YouTube, y porque encuentran en sitios como Vimeo, Netflix o Hulu los contenidos del televisor. La respuesta de la BBC ha sido iPlayer, que ronda los 200 millones de peticiones al mes, es video on demand para todo tipo de dispositivos, desde el televisor a la tableta o el móvil.
¿Cómo será la televisión conectada del futuro?
Será transparente para acceder a Internet, algunos televisores ya lo son. El público no busca la transparencia sino sentarse y relajarse a ver contenidos.
En cuanto a ingresos, le voy a poner un ejemplo. La UEFA sacaba dinero por la emisón de la europoca, la publicidad y los patrocinios. Ahora, ha realizado una aplicación para móviles con videos de los goles, y se paga un poco por verlos. Se formatean las imágenes de los goles para que se pueda ver más de cerca la pelota en el móvil. Y esto acaba de empezar.