“Para comprobarlo, basta echar un vistazo al detalle de sus ventas por departamentos. La realidad de los periódicos nacionales salta a los ojos”, destaca el artículo, que da datos aplastantes: “Le Figaro” alcanza más del 58% de sus ventas totales en la región de Île-de-France, cuya capital es París. El 47,9% de las ventas de “Le Monde” también se concentran en esa región, y las de “Libération” alcanzan el 46,7%.
Erwanngaucher destaca que Île-de-France cuenta con 11,7 millones de habitantes, lo que representa un 18% de la población total de Francia, pero supone el 50% de las ventas de los tres diarios.
“¿Podemos hablar todavía de periódicos nacionales?”, se preguntan en el artículo. Ellos mismos responden: “Sí en el sentido técnico porque están distribuidos por todo el país”. Su presencia en el resto de Francia es, sin embargo, mínima: “Libération” vende menos de 1500 ejemplares diarios en 79 de los 96 departamentos del país. Las cifras de los otros dos diarios no son mucho mejores: “Le Monde” y “Le Figaro” se mantienen por debajo de los 1500 ejemplares vendidos al día en 60 departamentos.
¿Cuáles son las razones de la desigualdad? El artículo da alguna: Porque el sistema de distribución de la prensa debe ser mejor; porque Francia es un país centralizado en extremo, donde la gran mayoría de las noticias de instituciones políticas y económicas se concentran en cosas absurdas que ocurren en París; porque los editores de esos periódicos han optado por lo fácil, concentrar a la plantilla en la capital, dificultando el tratamiento de noticias fuera de Île-de-France; Porque los lectores del resto de Francia no están interesados en los temas tratados por estos diarios. “Sin duda, se debe a un poco de todo”, asegura Erwanngaucher.
“Todo ello respalda una afirmación que casi nadie quiere reconocer: Francia tiene algo más que los periódicos nacionales”, concluye.