1- Creer “con todo corazón” en las ‘tres ces’: contenido, comunidad y comercio. Morrison asegura que los medios tradicionales deben explotar el comercio electrónico junto a sus contenidos habituales y a sus esfuerzos para crear comunidad.
2- Deben desarrollar una “neutralidad plataforma y versatilidad”. Para el autor, todas las plataformas elegidas deben ser competitivas en contenido y funcionalidad.
3- Ser capaces de demostrar un valor ante anunciantes y lectores por igual. “Algunos editores siguen viendo las plataformas digitales como vehículos de distribución de nuevas versiones de contenido existente y audiencias. Se equivocan”, indica Morrison.
4- “Ofrecer flexibilidad y transparencia en los precios”.
5- “Prestar atención a las lecciones tradicionales obtenidas del papel” para maximizar sus ventajas en el espacio digital.
6- Centrarse en el valor real de la información y el entretenimiento.
7- Reconocer la información de la competencia. En un mundo en el domina el ‘copia-pega’, los usuarios de Internet conocen todas las opciones, por lo que los enlaces a otras páginas web mejorarán la reputación de la web.
8- Deben darse cuenta de que la personalidad y las personas son tan vitales para los medios digitales como en los periódicos y revistas. Los medios de comunicación offline y online se benefician por igual de la actitud, la personalidad, el sentido del humor y la interactividad con los lectores / usuarios.
9- La marca es vital. Sin embargo, los medios tradicionales deben resistir la tentación de usar una marca establecida y copiarla tal cual a un sitio web con contenidos muy diferentes. Los medios digitales tienen que ser diferentes porque tienen su propio ecosistema.
10- . “Los editores tradicionales compiten ahora con las mayores empresas tecnológicas del mundo. Por eso, deberán crear alianzas con diversas tiendas, emisoras, proveedores digitales y empresas de la nueva ola”. El autor reconoce, no obstante, que “no es un cambio de mentalidad fácil”.