Despidos masivos y externalizaciones en las TV autonómicas

La Cámara Alta aprobó ayer las modificaciones a la reforma de la Ley General de Comunicación Audiovisual. El debate fue largo y duro, y los senadores se dijeron de todo, menos bonitos. Las modificaciones dan libertad total a los gobiernos autonómicos para arreglar la ruinosa situación de sus canales. Durante los próximos meses, los despidos serán masivos, y se irán externalizando departamentos y programas enteros, a excepción de los informativos. Las cadenas públicas autonómicas se quedarán en los huesos, ninguna es rentable, ni lo ha sido nunca, tal y como están ahora.

Lo que todas harán será mantener la gestión de la cadena, y el control de los informativos, algo a lo que ningún gobierno quiere renunciar. A partir de ahí, los 15 canales autonómicos seguirán dos grandes caminos. “Las que tienen una razón lingüística, que son Euskal Telebista, Televisió de Catalunya, Televisión de Galicia y la IB Televisió des Illes Balears, apenas sufrirán cambios. El elemento lingüístico tiene menos importancia en la valenciana”, explica Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación.

Los canales de Valencia, Madrid, Andalucía, Castilla La Mancha, Canarias, Murcia, Aragón y Asturias sufrirán una dura reconversión. En algunas ya ha empezado. La valenciana Canal 9 anunció hace unos días el despido de 1.295 trabajadores, el 75% de su plantilla, con lo que bajará el gasto de personal de 73 a 17 millones de euros. Los 400 trabajadores que quedan en el canal valenciano no podrán hacer lo mismo, la siguiente noticia será la externalización de programas y servicios a bajo precio, su deuda es de 1.219 millones de euros. Hoy, TeleMadrid ha pedido 88 millones de euros a Esperanza Aguirre, presidenta de la comunidad, para pagar la nómina de julio y agosto, está en quiebra técnica y debe unos 240 millones de euros. La situación del resto de los canales da para escribir un libro.

Un informe de UTECA indica que las autonómicas recibieron 1.918 millones de euros en subvenciones y tasas durante 2010. La deuda global de las televisiones autonómicas es descomunal. Solo la catalana tiene una deuda acumulada de 1046 millones de euros, y sus responsables han declarado, en varias ocasiones, su rotunda oposición al cierre de ninguno de sus ocho canales. Los excesos de los medios autonómicos públicos han sido tanto en gasto como en plantillas. La Corporación de Radiotelevisión Catalana supera los 2.000 trabajadores, TeleMadrid tiene 1.175 trabajadores, casi todas superan las 1.000 personas. Una cadena privada, como es Antena 3 , tiene 800 personas.

“Las autonómicas podrían ser rentables, en función de lo que cuesten. Pueden convertirse en una televisión de nicho con informativos, con un coste muy bajo. O unirse para realizar compras, se abarata por volumen, o para realizar programas de forma conjunta, incluso uno en cadena y con desconexiones. Hay mil soluciones para beneficiarse de economías de escala, y pueden apoyarse en la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA) para acometerlas”, añade Perales. Las productoras podrían estar interesadas en comprar ventana para colocar su producción, y puede ser de solo unas horas.

Lo que no pueden hacer es seguir como están, con plantillas sobredimensionadas (han llegado a tener 11.000 trabajadores entre todas) y despilfarrando recursos. “Han tenido comportamientos irresponsables en su gestión por motivaciones políticas de todos los colores”, puntualiza Perales. La FORTA tendrá su habitual reunión estival el próximo lunes, habitualmente es de un día pero este año será de dos. Tienen demasiadas cosas que debatir.