Consciente de que el cambio de modelo en el periodismo debe ser rápido, tan rápido como vuelan las noticias actualmente, Narisetti no pierde el tiempo. “La industria tiene que hacer frente al cambio y cuanto antes mejor. El público cada vez tiene más oportunidades de ser promiscuo. En el mundo de la impresión, había ciertos bloqueos para que accedieran a la información, pero eso en la era online no sucede. Por eso, nuestro modelo tiene que ser ágil y muy rápido”.
Cree, además, que el camino digital no tiene vuelta atrás. “Cuando se dice ‘solo con que la economía se arregle el negocio de la impresión va a volver a estar bien’ es por arrogancia. La verdad es que la impresión nunca va a volver a sus días de gloria”, asegura. Por eso, Narisetti afirma que es urgente encontrar un modelo que funcione que, para él, no es el de buscar audiencia a toda costa. “La idea de que si aumentan los lectores crecerá también la publicidad y también los ingresos no ha tenido éxito. De hecho, quienes han seguido esa idea continúan dependiendo del modelo de la impresión, que sigue llevando la mayor parte de los ingresos o pérdidas”, apunta.
Otro error, a su juicio, es que los medios han estado tomando decisiones mirando únicamente el medio o corto plazo. “Muchas de las decisiones las toman ejecutivos de las empresas que tienen un horizonte personal muy corto. Eso ha tenido un impacto significativo en los modelos de negocio”, asegura.
¿Qué modelo piensa seguir él con “The Wall Street Journal? Lo tiene muy claro: “Uno de alta calidad y basado en la suscripción, aunque tendremos otro de entrada libre. En definitiva, vamos a jugar con los modelos gratuitos y de pago”. Narisetti asegura que dejar contenido de libre acceso es fundamental para construir una audiencia que esté dispuesta a pagar. “Es difícil que alguien que no conoce el contenido vaya a convertirse en suscriptor de repente, porque no ha podido dar valor a ese contenido. Además, el modelo libre tiene sentido porque así es más fácil estar dentro del negocio de la publicidad”.
En la entrevista de The Media Briefing también le preguntan por la polémica que tuvo con el defensor del lector de “The Washington Post”, que le criticó por ir demasiado deprisa con la innovación digital. “Sentí como que estaba mirando por el espejo retrovisor y diciendo que habíamos llegado muy lejos en lugar de plantarse hacia dónde vamos a ir. No estaba de acuerdo con él, sobre todo porque era evidente que teníamos una audiencia mayor que en cualquier otro momento de la historia. Fue una falsa elección entre estabilidad e innovación”.