La revista MadAdvertise ha realizado un informe en el que localiza las diez aplicaciones más costosas para el iPad disponibles en la App Store. Todas superan los 200 euros y cuatro alcanzan los 799,999 euros. Se trata de aplicaciones que cubren necesidades muy concretas, ligadas al mercado profesional y en su mayoría dirigidas a un entorno “Business to business”.
Dentro de las primeras del ránking encontramos Barmax Pro, diseñada para ayudar a los estudiantes de las oposiciones a abogado del estado en Nueva York y California. Ofrece una preparación intensiva y material para la preparación del test. Tiene un precio de 799,99 euros y sus desarrolladores aseguran que merecen la pena, pues un alto porcentaje de los usuarios de la herramienta han aprobado el examen.
VueCAD Pro es una útil herramienta para arquitectos, delineantes e ingenieros. Permite ver las creaciones de AutoCAD en 3D y facilita el diseño, desarrollo y fabricación de productos. Su precio es también de 799,999 euros.
Situada igualmente en los casi 800 euros, Agro es una aplicación destinada al mundo agrario. Contiene informes específicos sobre la vegetación y otros aspectos del cultivo, por lo que permite al agricultor hacer un seguimiento de todas las actividades agrícolas.
Un poco más económicas son el afinador musical Verituner (479,99 euros), EyeLifestyles (419,99 euros), que realiza mediciones ópticas o 3cp / Image Control Pro (319,99 euros), que ofrece un tratamiento de imágenes para cine y fotografía.
La mayoría de estas aplicaciones proceden de desarrolladores internacionales y están en inglés, con versiones diferentes para la App Store de cada país. Aunque ninguna española ocupa lugar en el ránking de las más caras, sí podemos destacar algunas de origen español que superan los 200 euros. Es el caso de OrdersCe Textil, una herramienta de gestión comercial específica para el sector textil, cuyo precio es de 319,99 euros.
El iPad es el único dispositivo que cuenta con aplicaciones tan costosas, quizás porque es también el único que ha podido desarrollarse en áreas más allá del consumo personal o de ocio. Así, aunque las aplicaciones más caras para dispositivos Android no superen los 200 euros, son menos funcionales y de consumo personal.