El 26 de mayo de 1987 salió por primera vez a la calle Página 12, diario que en sus primeros diez años de vida, tiempo en que lo dirigió su fundador, Jorge Lanata, representó el periodismo inteligente – con una dosis no desdeñable de ironía y sátira – y de izquierdas del país. La ida de Lanata, provocada, entre otras cuestiones, por la venta del periódico al Grupo Clarín, sin que este admitiera la propiedad del medio, significó el declive intelectual de Página 12. Hoy, Página (como se lo denomina coloquialmente) es el órgano estrella de la construcción del relato kirchnerista. Como toda realidad diseñada en un gabinete de prensa lo que molesta se oculta, la presidenta Fernández obvió, en su homenaje al matutino, nombrar a su fundador.
La reacción de Lanata no sólo no se hizo esperar, sino que resultó de una sorprendente dureza, a tal punto que llegó a calificar a la viuda de Néstor Kirchner de “patética”.
“Fui testigo de algo que conocía pero no había sufrido en carne propia: cómo el Gobierno rescribe la Historia como quiere, y pone y saca personas de la foto a su antojo, como hacían los soviéticos en las purgas”, comparó.
En una carta abierta difundida en Periodismo Para Todos (el programa que conduce los domingos por Canal 13, del Grupo Clarín), el periodista consideró “patético y triste” que lo hubieran “convertido en el primer desaparecido de Página12”. "No sólo el acto fue patético. Usted fue patética", pegó sin anestesia.
“Usted es patética cuando trata de tapar el viento con la mano, cuando cree que su poder va a durar siempre, en un edificio que tambalea de mentiras. No voy a permitir que ni usted ni el diario que fundé me desaparezcan”, advirtió.
Lanata añadió que no necesita Página 12 para ser quien es, pero Página 12 sí lo necesita para haber sido lo que fue. Paso seguido, el periodista mostró en cámara uno de los primeros carteles del diario que hoy se convirtió en un botín plagado de simbolismos. “Este cartel es uno de los recuerdos físicos más antiguos que tengo. En honor de su mentira, quiero romperlo”. Tras cumplir su promesa, Lanata subrayó que “ahora, lo que queda está en mi cabeza y en mi corazón, y en la cabeza y el corazón de miles de personas”.
“Ahí, señora, no puede entrar, a menos que yo le dé permiso. Y no le voy a permitir nunca que usted entre a mentir también ahí”, cerró su Carta Abierta.
Goldman Sachs vendió su participación en Clarín
El empresario multimillonario Ralph Booth se quedó con el 9,11% del capital que poseía el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs. El inversor –que tiene una fortuna que supera los 5 mil millones de dólares - ya formaba parte del capital de Clarín a través de uno de sus fondos inversores.
El Cronista informó que por esta transacción recibirá alrededor de75 millones de dólares que la obligarán a desprenderse de 22 millones de acciones clase C por un precio equivalente a 6,80 dólar por cada título.
La operación se concretó en medio de la batalla judicial del grupo de medios para evitar los alcances de la Ley de Medios. El cambio de accionistas es una manera de cumplir con la nueva legislación, afirmó El Cronista.
El empresario Ralph H. Booth, junto a su fondo, Fontinalis Partners, LLC desembarcó en el capital del holding de medios junto a Goldman en 1999, en una operación concretada por 500 millones de dólares por la cual se quedaron con el 18% del capital.
Booh participa en el directorio de varias empresas globales vinculadas al negocio de la televisión por cable en Estados Unidos, el Reino Unido y otros países europeos. Entre sus inversiones se encuentran empresas del sector como SQLstream; B/G Communications; Diveo Broadband Networks, Everyday Solutions; Parkmobile y GPX Enterprises, entre otros. Es también socio de la familia Ford en varias inversiones, y cursó varias carreras en la Universidad de Harvard.
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