La televisión sigue siendo el medio de comunicación con mayor inversión publicitaria. No extraña, teniendo en cuenta que por cada 10 o 15 minutos al mes que los lectores pasan en las web de los periódicos, o las seis horas mensuales que consumen en Facebook, la televisión engancha unas 33 horas a la semana, según datos de Nielsen para Estados Unidos. En 2011, la TV consiguió 60.700 millones de dólares de inversión publicitaria en ese país, y se calcula que la cifra aumentará hasta llegar a los 72.000 millones en 2016.
La empresa Simulmedia, como narra Ken Doctor en Nieman Journalism Lab, está trasladando la cultura moderna de publicidad focalizada a la televisión, un medio más acostumbrado a vender cuotas e índices de audiencia. La compañía está recopilando información y datos para construir la mayor base de datos existente sobre el consumo de televisión. Con todo eso intenta aprovechar la fragmentación del público que aumenta con la proliferación de canales digitales, agregando esas pequeñas audiencias. A través de 150 campañas, asegura haber aumentado el público objetivo de los anunciantes en un 75%. Y con el público, crece también el impacto de los anuncios y el precio de estos.
Aunque el número de pantallas ha aumentado considerablemente (ordenadores, teléfonos, tabletas, y televisiones y coches conectados), la reina sigue siendo la televisión tradicional. Google, el gigante de la publicidad en Internet, parece haberse dado cuenta del potencial del negocio: está desplegando fibra en Kansas City para, al parecer, meterse en el negocio de la tele de pago.