El descenso del consumo por la crisis y por la multiplicación de servicios gratuitos obliga a los operadores se telecomunicaciones a revisar su estrategia. En su reciente presentación de resultados, Sprint, la tercera mayor operadora de telefonía de Estados Unidos, con más de 50 millones de clientes, reconoció unos resultados “peor de lo previsto en su último ejercicio por el subsidio de terminales, que le ha supuesto un sobrecoste de 1,3 millones de $. Y eso sucede en toda Europa”, explicó José Arias, vicepresidente de Booz & Company en la presentación de su informe Telecommunications Outlook 2012+.
La cifra reconocida por Sprint no es mayor a la que tradicionalmente han asumido las operadoras de móviles por la subvención de terminales. El problema es que las operadoras han dejado de crecer a dos dígitos por la madurez del mercado, la crisis y la competencia de servicios gratuitos como WhatsApp. Los operadores no pueden seguir dando terminales a la quinta parte de su valor y responder a las exigencias inversoras para poner en pie redes ultrarrápidas.
Lo que ha sido un arma para atraer a clientes cuando empezó el mercado móvil, y luego para robárselos a los competidores ha sido un boomerang que penaliza a las operadoras. “Deberán revisar su política de subvenciones, sobre todo en mercados como el español, que tiene los porcentajes más altos de subvenciones”, añadió Arias. ¿Dejarán de subvencionar móviles? Arias dijo un rotundo “No, sobre todo cuando están apareciendo smartphones de menor precio, esos serán los más primados”. Eso si, ligándolos a contratos de tarifas planas de datos, y obligando a una mayor permanencia. La media de 18 meses se alargará a 24. ¡Se acabó el cambiarse de operadora para tener móvil nuevo¡ Ahora deberemos casarnos con ellas.