Muchos son los interrogantes que los analistas se plantearon tras conocerse la decisión de la CFC. Con el intento de Televisa de hacerse con la mitad del paquete accionarial de lusacell, el operador móvil de TV Azteca, estaba en juego no sólo un negocio de 1.600 millones de dólares, sino algo mucho más importante: el diseño tanto del sector de las telecos como el del audiovisual. El mercado, temeroso, y a la vez cauteloso cuando no ve las cosas muy claras, actuó siguiendo sus instintos de supervivencia y castigó a las acciones del gigante de los medios: cayeron más de tres puntos en la bolsa local, apenas conocida la noticia. Pero el agua siguió corriendo. Vayamos al principio.
Una votación muy apretada – dos votos a favor y tres en contra – tumbó los planes de Ricardo Salinas Pliego, propietario de lusacell y de Emilio Azcárraga Jean, uno de los hombres de negocios más influyentes en Iberoamérica y dueño de Televisa. Salinas Pliego y Azcárraga Jean vieron cómo una notificación les hacía trizas el sueño de crear un holding extremadamente poderoso, capaz de plantarle cara a América Móvil en el segmento cuádruple play. Todo da a entender que la estrategia diseñada pasaba por utilizar a lusacell como enlace entre Televisa y TV Azteca. A simple vista da la impresión que a los tres expertos que votaron en contra de la fusión no creyeron en el argumento que con el 4,5% de mercado móvil que posee lusacell (Televisa únicamente ofrece telefonía fija en el Distrito Federal a través de su operadora de televisión por cable, Cablevisión), difícilmente la alianza podría afectar la competencia en mercado del “cuádruple play”, esto es, video, Internet, telefonía fija y móvil.
En cambio, no hay lugar a dudas sostener que cuando se habla de México y de telecomunicaciones, es inevitable dirigir la vista hacia Carlos Slim. Si bien es cierto que no intervino en el pulso entre la CFC y las televisoras, al menos visiblemente, claro – aunque el analista Fernando Gutiérrez le aseguró a Le Monde que el rechazo de la fusión Televisa/lusacell por parte de la CFC obedeció a presiones de Carlos Slim- , el hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, ganó claramente esta primera batalla de una guerra que tiene a su conglomerado, América Móvil, enfrentado a la alianza Televisa/TV Azteca por el botín del “cuádruple play”.
Lo dicho por Gutiérrez viene a fortalecer la acusación que recientemente le hizo la OCDE al Gobierno, Justicia, órganos de control de México; e incluso al propio Carlos Slim. Específicamente, la OCDE acusó a la CFC de no disponer de autoridad suficiente para imponerse a un operador dominante, América Móvil, que por su acción obstaculiza tanto el desarrollo del sector de las telecomunicaciones como la generación de riqueza para el país.
¿Puede darse como seguro el fallo de la CFC? Es cierto que Televisa y lusacell presentarán recursos para que la autoridad reconsidere su decisión. La pregunta ahora es: ¿Qué posibilidades tiene de prosperar? El Economista sostiene que lo verdaderamente relevante es que la votación original –de tres sufragios en contra de la alianza Televisa-Iusacell y dos en favor- puede modificarse pues, al parecer, al interior del pleno de la CFC no quedaron del todo convencidos los mismos comisionados, y es que la línea que divide los argumentos en favor y en contra es tan delgada que sirven para sostener ambos puntos de vista. “Así que la tarea de los comisionados podría modificarse, arriesga, sí, además, las empresas encuentran la posibilidad de cambiar la propuesta de acuerdo con el expediente que ya les entregó la CFC, en el que deja de manera clara la razón del fallo”. Y añade que no sería raro que si las empresas presentaran argumentos diferentes en una segunda solicitud al órgano antimonopolios para que dé su aval al proceso de fusión, “sí generaría una mayor competencia”. “Nada raro, sigue, sería que la votación del pleno se modificará”.
Posiblemente estemos ante el mejor y más logrado culebrón de Televisa y TV Azteca. El actor estelar, Carlos Slim, se las trae. La audiencia espera impaciente el desenlace.