Las acciones del grupo de medios han retrocedido nada menos que el 30% en los últimos doce meses, tras varios años de caídas, ya valen poco más de seis dólares, una ganga si finalmente el influyente medio logra hacer el tránsito al mundo digital con éxito. Hemos tenido muy recientemente una muestra del poder de este diario, que publicó un largo reportaje sobre las condiciones en las que trabajan algunas fábricas chinas que producen los sofisticados aparatos de Apple. Ha puesto contra las cuerdas a la marca que acababa de presentar unos resultados fabulosos, que la convierten en la primera empresa del mundo por su valor en bolsa. El potencial daño económico del reportaje para la marca de la manzana es muy considerable, ya hay campañas en la Red para boicotear sus productos. Apple podría comprar todo el grupo NYT con una brizna de sus reservas acumuladas.
Slim, el hombre más rico del mundo, no está haciendo filantropía con su inversión en el grupo americano, tal vez esté haciendo un nuevo y fabuloso negocio, a pesar del continuo declive de la cotización, que parece no tener fondo.
Si analizamos los últimos datos difundidos por el grupo NYT encontramos puntos interesantes. En el último trimestre del año pasado registró sensibles beneficios, que no pudieron compensar las pérdidas de su facturación publicitaria en papel (7,8% de caída). La publicidad está migrando a la Red de manera lenta pero inexorable. Sin embargo, la publicidad On Line creció el pasado año el 5,3% y la buena notica es que, desde febrero pasado que creó su muro de pago a partir de 20 noticias servidas en digital, ha logrado 390.000 suscriptores de pago, sin una pérdida desastrosa de visitantes únicos (tenía 62 millones de visitantes en su mejor momento y está en 44,8 millones, que aún es muy considerable, la mayor audiencia del mundo de un diario influyente. El británico amarillista “Daily Mail” le acaba de sobrepasar por muy poco, pero su público es muy distinto).
Hay varias evidencias emergentes: en la era digital es extremadamente difícil mantener una plantilla de 1.150 periodistas bien pagados. Pero la “Dama Gris” está poniendo toda su potente carne financiera y de talento en el asador de la transición digital, con un nivel de innovaciones apabullante. Es muy posible que este año recién comenzado nos dé la clave.