La bienvenida de Wall Street a Thorsten Heins como nuevo CEO de RIM, el fabricante de Blackberry, ha sido corta. Al tirón de apertura de sesión del 4% ha seguido el hundimiento del 9%, con que cerraba ayer. Es porque lo que menos se podían esperar los mercados era la decisión de mantener la estrategia desarrollada por sus antecesores Jim Balsillie y Mike Lazaridis, que tan malos resultados ha dado a RIM durante 2011, y que ha conllevado la caída del 75% del valor durante ese año.
La gran pregunta que se hacen los analistas es si Blackberry recuperará su esplendor en su tradicional nicho empresarial, o encontrará uno nuevo en el que ubicarse. Fuera de ahí, niegan otras salidas con éxito. Vender la empresa entera o troceada son alternativas que podrían conllevar su desaparición, tal y como le sucedió a Palm, la dueña del mítico sistema operativo WebOs.
Nada de esto se plantea hacer Thorstein, que en su primeras declaraciones cantó la fortaleza de la empresa: “una liquidez de 1.500 millones de dólares, ingresos de 5.200 millones de dólares en el último trimestre, 24% más que en el trimestre anterior, y un aumento de la base de clientes del 35% interanual hasta llegar a 75 millones”. Por si fuera poco, aseguró que mantendrá su apuesta por el sistema operativo QNX, el que ha puesto en Playbook y ha resultado un fracaso. Añadió que impulsará la estrategia de marketing en Estados Unidos, y que apostará por productos más apropiados para el mercado de consumo.
El empecinamiento de Thorstein en mantener, e incluso fortalecer, una estrategia que está hundiendo a la empresa recuerda a la situación de Nokia por mantener una estrategia que la estaba enfangando hace un par de años. La respuesta de RIM al retroceso de Blackberry en el segmento empresarial por la entrada del iPhone fue dirigirse al mercado de gran consumo, que es mundial y está en manos de Apple y Google. En una huida hacia delante, RIM está vendiendo terminales a bajo precio. Pan para hoy y hambre para mañana. Por mucha campaña de marketing que haga no podrá hablar de tu a tu con los gigantes Apple y Google porque carece del músculo financiero para hacerlo.
El mercado móvil de consumo es solo de los gigantes porque es global, y solo podrá entrar en ese exclusivo club Microsoft/Nokia, están en ello. Apple y Google tienen una plataforma con el sistema operativo móvil, el portal lleno de aplicaciones, y el kit que permite a los desarrolladores nutrir el portal. Apple lo ha hecho con un modelo de universo cerrado, Google con un sistema abierto. La duda de que Microsoft/Nokia se ponga a su altura es si los desarrolladores de aplicaciones querrán trabajar para su sistema operativo Windows Phone. Microsoft debería dejar su prudencia y pisar a fondo el acelerador económico para promover el desarrollo de aplicaciones para Windows Phone, los desarrolladores le piden un kit que facilite el trabajo, tal y como tienen Apple y Google. El resto de los protagonistas del mercado bailan al compás de los tres sistemas operativos, los fabricantes los ponen en sus móviles, y los operadores les brindan sus portales.
En este escenario, el modelo integrado de RIM, copia del de Apple, no tiene nada que hacer. Los analistas saben que RIM lo sabe, y prefieren pensar que Heins se guarda un as en la manga a que pondrá a la empresa al borde del abismo, tal y como hizo Olli-Pekka Kallasvuo con Nokia antes de que llegara Stephen Elop. RIM tiene varias fortalezas, la mayor es contar con un excelente plantel de varios miles de ingenieros que han desarrollado su tan famoso correo corporativo y aplicaciones empresariales de gran éxito. ¿Por qué se empeña por tirar por un camino para el que no tiene motor?
Si (
No(
