Con los bancos recelosos de conceder nuevos créditos y la contratación de publicidad en franco retroceso, cercano al 60%, muchos medios helenos se han visto forzados a echar el cierre, tal y como explica la radio del sur.
Ese ha sido el caso de Eleftherotypia, uno de los diarios griegos de izquierda más relevantes, ya fuera de la circulación desde hace semanas. Este cierre viene a sumarse a otras clausuras sonadas como la de Apogevmatini, diario conservador con solera que dejó de editarse en noviembre de 2010. A mediados de diciembre, el canal privado Alter cesó sus emisiones, mientras sus trabajadores, sin cobrar desde hacía meses, se declaraban en huelga.
Al resto de medios les cuesta considerablemente mantenerse en pie. De hecho, la mayoría de las televisiones privadas emiten casi sólo repeticiones de sus propias series producidas durante la última década. Muchas emisoras de radio están bajo amenaza de embargo, y los trabajadores de la televisión estatal griega hacen huelga varias horas al día en señal de protesta por el cierre de uno de sus tres canales, y de numerosas emisoras de radio regionales.
El mercado mediático heleno, alentado por las excesivas campañas de publicidad estatal ahora desaparecidas, se sobredimensionó durante los últimos 20 años. Este país de once millones de habitantes cuenta con ocho diarios deportivos, siete televisiones privadas y tres estatales, más de un centenar de televisiones locales y cerca de 300 emisoras de radio. La radio estatal tiene cinco canales y once emisoras regionales.
Parece que la crisis económica está reconfigurando el mapa de los medios en Grecia, pero ¿a qué coste?, ¿cuál será la consecuencia para la información y el servicio a los ciudadanos?