El uso compulsivo de Internet y las nuevas tecnologías afecta cada día a más gente. Juan Merodio, uno de los gurús de esta era 2.0, afirma que el porcentaje de población afectada sube como la espuma, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud aún no haya catalogado la adicción al mundo digital como una enfermedad.
Merodio afirma que la adicción a la Red puede convertirse en un serio problema de salud pública. “Un 15% de la población es adicta y según algunas previsiones cada año esta cifra crecerá un 2%. De hecho es conocido el caso del Hospital Universitario de Bellvitge donde entre un 9% y un 12% del total de los pacientes que acude a la Unidad del Juego Patológico, es tratado por este problema”.
Una búsqueda rápida por el ciberespacio nos permite hacernos una idea de la relevancia que se le concede al asunto. Incluso hay entidades que se atreven a hacer tests de detección de la adicción. Con rigor científico o sin él, lo cierto es que la tendencia empieza a ser preocupante cuando en algunos países como Argentina surgen grupos llamados “Viudas de Internet” que aglutinan a mujeres que hacen terapia, como consecuencia del deterioro de sus respectivas relaciones a raíz del uso indiscriminado de las nuevas tecnologías por parte de sus parejas.
Merodio apunta en su blog, al “enganche” que pueden producir las redes sociales en determinadas personas. No diferencia entre Twitter o Facebook, ya que “el problema no está en la red social o en Internet, sino en la mente del usuario”. Sin embargo, el experto considera que la red creada por Mark Zuckerber podría resultar más adictiva porque permite una mayor interacción con otros usuarios. La mejor medicina para combatir este mal del siglo XXI no es otra que la educación. “El factor educación en el uso de las redes, sobre todo entre los más jóvenes, es la única manera de prevenir o limitar este tipo de problemas”, afirma.