La batalla entre el Grupo Clarín y el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner vivió otro episodio de características inusuales. Según cuenta Clarín en su página Web, el operativo empezó a las 10 y se extendió hasta las 13. Los funcionarios judiciales y los gendarmes se retiraron luego de que los abogados de la empresa les reclamaran que no tenían jurisdicción para llevar a cabo el allanamiento, aunque no está claro quién dio la orden para que se retirara la Gendarmería, un cuerpo que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Ya terminada la ocupación de la sede, el apoderado de Cablevisión, Damián Cassino, informó que la empresa ya presentó sendas denuncias penales por allanamiento ilegal, violación de domicilio, abuso de autoridad y exhibición de armas.
Gendarmería, cuenta Clarín, llegó acompañada no sólo de funcionarios judiciales sino, también, por las cámaras de 6, 7, 8, el programa ultraoficialista del canal estatal. El abogado Ricardo Mastronardi, representante del interventor designado por Bento, dijo que la intervención será por 60 días y que "está firme y debe ejecutarse", aunque por el momento "quedó trunca por imposibilidad de iniciarla".
En un comunicado, Cablevisión acusó a Vila-Manzano de llevar adelante “una maniobra con el auxilio de un juez mendocino para intentar intervenir Cablevision” y resaltó que se trata de un hecho “sin precedentes que se inscribe dentro de la sistemática campaña de hostigamiento que el Gobierno nacional realiza a las empresas del Grupo Clarín”.