Según Nieman Journalism Lab, Andrew Rashbass, CEO del Grupo “The Economist”, asegura que el secreto radica en que “ya no hay medios de elites y medios de masas”. El periodista de The Guardian, Roy Gleenslade, redunda en su Blog sobre esta misma idea al afirmar que: “Ya no se hace estratificación de contenidos. Ahora todo se mezcla en una especie de batiburrillo. La gente va a ver tanto películas de autor como comerciales”. En conclusión, indica Greenslade: “La gente ya no es fácilmente clasificable”.
En palabras del director de “The Economist”, Paul Rossi, “no definimos nuestra audiencia demográficamente. La definimos en función de lo que piensan. Nos preocupamos –añade- no solo de quienes son nuestros lectores sino de cómo son”. El enfoque de “The Economist” tiene más que ver con un concepto clásico, ajeno a los vaivenes del tiempo, basado en la lealtad, la identidad y la intimidad.
No obstante, en un estudio realizado en el Reino Unido entre los lectores de la versión digital de ” The Daily Mail”, Mail Online, se llegó a la conclusión de que los lectores pagarían por ciertos contenidos pero no por todos. La aplicación para iPhone tiene una media de 120.000 usuarios diarios que lo leen 25 minutos al día. Dicha aplicación se desarrollará próximamente también para Android.
El mundo de la prensa ha cambiado radicalmente en los últimos años como consecuencia de las novedades tecnológicas que amenazan cada vez más la coexistencia con los medios en papel. En consecuencia, el proceso informativo se ha convertido en un devenir continuo más que en un producto acabado. Las noticias emergen de cualquier sitio y de cualquier forma, tal como publica Mattew Ingram en Gigaom.com: “desde Twitter o desde un blog, mediante una foto o un vídeo publicado en YouTube”. Este nuevo panorama trae consigo la desaparición del “intermediario” de la información, es decir, las fuentes pueden publicar directamente sus noticias por el mero hecho de ser el centro informativo a lo que se añade la “democracia de la distribución” creada por Twitter y las redes sociales.
No en vano, "Los Angeles Times" Media Group ha encargado a un grupo de ejecutivos que incrementen sus esfuerzos para revitalizar la publicidad y los ingresos online. En palabras de su vicepresidente de ventas y publicidad, John O’Loughlin: “la situación de la prensa cada vez más competitiva evoluciona rápidamente cada día y nuestra habilidad para permanecer en primera línea implica un cambio continúo”.