El análisis de lo que nos aporta el diario de Prisa arroja un pobre resultado: es más de lo mismo, un "re-styling" más puramente formal que de fondo. El director de El País desde mayo de 2006, Javier Moreno Barber, ingeniero químico de formación, muestra una cortedad de miras y una escasa comprensión de lo que debe ser un diario de información general en la era digital. Los problemas de Prisa, que aún tiene una deuda neta en torno a los 3.500 millones de euros, tras la venta de un muy importante paquete al grupo de capital riesgo Liberty, unido a la caída de la acción en torno a un 50% desde enero, a menos de 1 euro, cuando debutó en el parqué a 24,3 euros en junio del 2000, además de una caída sin fondo en la circulación del diario, muestra un panorama bastante desolador. El último control de OJD de agosto pasado registra para El País una difusión de 352.000 ejemplares, con una venta en kiosko de 230.000, a pesar de todas las promociones imaginables, encadenadas una tras otra. ¡Qué lejos está el millón de ejemplares de difusión que logró los domingos, siendo director Juan Luis Cebrián! La parte digital de El País y Prisa está acelerando con fuerza su reconversión, lo que produce una curiosa esquizofrenia conceptual con la parte en papel del diario, que sigue anclada en los esquemas clásicos. El director Javier Moreno haría bien en seguir los consejos de la consultora Innovation Media Consulting que asesora a algunos de los mejores diarios del mundo: "Para reformar el modelo económico de los diarios es necesario primero reformar el modelo editorial". No se trata de remaquetar y retocar las secciones y suplementos tradicionales del diario (la estructura tradicional: separando Internacional, Opinión, Nacional, Economía, Local, Sociedad, etc.) sino de reformular de arriba a abajo los esquemas y la filosofía editorial del periódico. Los gustos y el pensamiento de los lectores en la era digital van en busca del análisis y el reportaje en profundidad en el papel. Varios diarios punteros en el mundo han reformulado sus secciones habituales reestructurándolos en secciones completamente nuevas. Véase por ejemplo Le Monde, Libération en Francia o Correio da Bahia, en Brasil. Algunos de los diarios que han llevado a cabo esta revolución en profundidad han visto cómo su difusión volvía a reactivarse, tras largos años de caída. Al margen de consideraciones ideológicas fuera de lugar en un análisis profesional, el éxito del grupo Prisa nos interesa a todos los españoles. Todavía es el grupo mediático más influyente entre los 500 millones de hispanohablantes en el mundo. Tiene toda la razón Juan Luis Cebrián cuando recientemente afirmaba: "¿Qué no hubieran hecho los franceses si América Latina hablara francés?". El diario El País, que ha ido perdiendo algunas de sus señas de identidad en los últimos años, al mismo tiempo que difusión e ingresos publicitarios, necesita una reformulación general de su política editorial, que va mucho más allá de la química que maneja su actual director Javier Moreno.