Me gusta hacerte preguntas que te impliquen un desafío personal. Este es mi propósito. Pero antes de introducirte en este debate habitual que tengo contigo querida lector/a, que sepas que la foto de portada puede perfectamente ser la de un hombre o una mujer que, aprovechando mientras hace un descanso de su trabajo, sale a dar una vuelta por la plaza o simplemente una vuelta a la manzana. O sea, con vestimenta diaria de oficina, porque lo que te voy a contar hoy, también puedes hacerlo de esta manera.
A la pregunta que te he formulado le sigue otra no menos importante: ¿te produce ansiedad la meditación?, que tiene, como suele decirse, una cantidad de aristas y también de detractores. Pero te aseguro que somos muchos más los que defendemos esta técnica y los beneficios que se logran con ella.
La meditación como filosofía de vida
La meditación es un acto por el cual reposamos (hacemos una especie de recreo) de nuestras actividades físicas y mentales cotidianas. Pero mientras la hacemos, permanecemos en un estado de consciencia plena. Sin duda, es la oportunidad que tenemos de descansar de la actividad frenética que cada jornada nos depara entre obligaciones laborales y familiares, que justamente esta locura diaria de cosas que hacemos (locura por la cantidad de cosas que abordamos por día) nos hace sentir con frecuencia que estamos consumiendo nuestra vida, tanto anímica como físicamente.
Nos encontramos con una sensación de cierto desapego, incluso de frustración y que estamos delimitando nuestra existencia sin posibilidad de intentar nuevos horizontes. La rutina puede convertirse en algo muy peligroso si no tenemos una explicación más profunda, si no encontramos un sentido de propósito a lo que hacemos.
Por ello, cuando reposamos física y mentalmente, podemos empezar a observar y descubrir la fortaleza y calma de nuestro ser interior.
La meditación cuando la practicamos de manera regular es como la llave de nuestro bienestar, eso sí: debemos contar con la llave adecuada y saber cuándo y dónde utilizarla.
La meditación nos abre la mente y el espíritu hacia una gran cantidad de posibilidades que realmente tenemos como seres humanos, pero que están dormidas, que no llegamos nunca a conocer todo nuestro potencial, a saber, cuál es nuestro alcance desde ese yo interior que todos poseemos.
La meditación es una fuente de energía pura (nos energiza) y nos permite enfrentarnos al mundo con una mentalidad y ánimo renovados. Nos permite ser compasivos, más tolerantes y sensibles, en suma, más humanos, también un poco más justos.
Los malos intentos que has tenido
Vamos a partir de la base que la meditación es justamente lo contrario de lo que te produce, me refiero a esa sensación de sentirte ansioso/a porque a lo mejor lo has intentado y no te resultó una experiencia satisfactoria.
Voy a referirme hoy a la relajación de la ansiedad, si eso es lo que te sucede ante algunos intentos fallidos que has hecho y de manera muy irregular. Seguro que no has sido constante.
Antes que nada, no te olvides que la mente (también el corazón) es la que nos guía todos los días. Pero más la mente, es nuestra fuente diaria de inspiración para todo lo relacionado con la meditación, y por supuesto, la ansiedad.
La buena noticia es que puedes aprovechar la meditación para tu bienestar
Pero te pido que te concentres en lo que te estoy diciendo sobre la ansiedad y este camino de doble dirección que es: la meditación te produce ansiedad y si no haces meditación tampoco te quitas la ansiedad del cuerpo. ¡Pues sí que es una elección difícil! ¡Pero no…no te desanimes…porque te voy a explicar cómo aprovechar la meditación! Cómo lograr una relajación de la ansiedad, justamente cuando eres de esas personas que quieren hacer meditación y terminan experimentando ansiedad, no logrando ningún resultado.
Cuando una persona quiere hacer meditación y termina experimentando ansiedad en algún nivel u otro, lo que pasa es que para algunas de esas personas cuando empiezan a meditar experimentan más ansiedad de la que tenían porque les carcomen las dudas sobre la elección que han hecho. Una especie de contrasentido. Entonces abandonan la práctica y realmente no experimentan el beneficio, así que para comenzar en este momento que me estás leyendo te voy a hacer una pregunta: ¿Experimentas ansiedad a menudo? Y como te decía más arriba, la relajación es lo opuesto a la ansiedad.
Cuando sientes que algo va mal
Sabes que la ansiedad es cuando hay ese sentimiento que llevas encima (como una carga psicológica) que algo no está bien (también puedes pensarlo para ti que algo va mal), que no estás muy cómodo/a con lo que estás haciendo, que tienes la sensación de que algo que no te agrada está a punto de suceder.
Es muy probable que no sepas lo que es o tal vez, sí sabes lo que es, pero es muy difuso y es como que siempre ha estado ahí, así que no es realmente un estado feliz el que sientes porque, lo que hay es tensión en tu mente, cuando la relajación es todo lo contrario: no hay tensión o, ésta desaparece porque has logrado relajarte.
Aceptar la vida como es no significa que no puedes cambiar las cosas
Cuando has liberado toda la tensión y te estas aceptando como eres, aceptando la vida como es y por eso puedes relajarte y estar a gusto, entonces el beneficio de la meditación es indudable. Porque la aceptación es abrir tanto tu mente como tu corazón. Tu consciencia y tus sentimientos. No te entregas ni claudicas hacia un estado de resignación, diciendo no puedo hacer nada. Cuando te digo que debes aceptar la vida como es, no estoy diciéndote que no puedes influir sobre ti mismo para buscar una mejora. Te estoy instando a hacerlo. La aceptación de abrir mente y corazón es para que sean flexible y tolerante.
Cuando las personas luchan contra su ansiedad en un intento para meditar (tienen la intención y la voluntad de hacerlo bien), pero si se siguen sintiendo ansiosas al respecto (es lo que la meditación les produce a ellas) siendo que dicha ansiedad suele tener la forma de pensamientos negativos, tales como que “estoy perdiendo el tiempo” o “¿estoy haciendo esto bien porque no siento nada?” o muchos otros, les sucede que finalmente terminan poniendo en duda la decisión de haber querido iniciarse en el apasionante mundo de la meditación.
Elimina tus pensamientos negativos
Por eso, quiero que hoy te acerques a estos pensamientos negativos, porque son los verdaderos obstáculos para una persona que se inicia en la meditación. Porque en la medida que tomes la decisión de detenerte ahí, en el momento en que te estás iniciando, no vas a poder disfrutar de todas las maravillosas experiencias (por supuesto de los beneficios) que la meditación te aportará a tu vida.
Pero en la medida que seas capaz de superar esos pensamientos, desde el mismo momento de la primera sesión, vas a percibir algunos beneficios, por tanto, cuando te aparezca ese primer pensamiento que te viene como cuando te has quemado con agua caliente y reaccionas, aquí no sentirás ese escozor, pero sí tu mente te estará diciendo a modo de pregunta ¿no estaré perdiendo el tiempo? ¿Qué voy a sacar de todo esto?
Ejercicios de meditación orientados a problemas concretos de liderazgo
No debemos caer en el error de creer que por el solo hecho de tener un pensamiento positivo, todos nuestros agobios y problemas quedan resueltos. Justamente, el pensar positivamente es una actitud, pero tiene que estar fundada en una visión clara (buena percepción de la realidad) y no mediante el autoengaño, que lo único que provoca es un estado emocional posterior negativo, en cuanto nos damos cuenta que lo único que pretendíamos hacer era creer que la situación la teníamos controlada cuando en realidad el control lo ejercía ella (la situación) sobre nosotros.
El líder efectivo tiene muy claro este tipo de errores y ayuda a su gente (les forma en ello) a que sepan cómo y cuándo afrontar el problema o de qué manera anticiparse al cambio. Por tanto, será éste líder que tiene mucha presión encima para que las cosas se hagan y salgan bien, el que deberá recurrir a métodos de relajación orientados a las acciones que hay que llevar a cabo.
Cuando se hace su composición de lugar de que no hay que preocuparse por nada (en realidad sí se está preocupando), lo que hace es marcar los límites de actuación de su parte y la carga emocional que tendrá para que todo vaya bien, por lo que la vinculación de una meditación u otro ejercicio de relajación y respiración profunda con la acción concreta de liderazgo, tiene que pasar forzosamente por su “black box” (caja negra) que fabrica en su mente ex profeso para controlar las variables que están en juego.
Piensa en ellas: tiempos, asignación de recursos, personas implicadas del equipo, capacitación y formación requerida, etc.
En su mapa mental está perfectamente estipulado el orden de principios y valores que regulan el pensamiento de este líder. Pero además de ello, tendrá que enfrentarse a las emociones (la carga que recibe a diario por las tensiones propias del cargo y responsabilidad), pero no podrá engañarse a sí mismo viendo lo que no es (focalizando mal) y negando una realidad que a ojos vista puede afectar todo el proceso de dirección. Cuando no controla esta lucha entre emociones y valores, le generará más estrés que, a su vez, contribuye a agravar su estado emocional e incluso con riesgo de enfermedad (los nervios pueden descontrolarse y tener que ser tratados) o simplemente generarle un malestar pero que puede corregir.
Sin embargo, lo que verdaderamente tendrá un efecto curativo, tanto a nivel físico como a nivel emocional, es ser capaz de tener la mente en paz y en silencio. Entonces, el ejercicio adecuado al problema de liderazgo, le eliminará todas y cada una de estas preocupaciones. Porque cuando se está en silencio (existen terapias de silencio) y en plena meditación, lo primero que hace después de dar los pasos de respiración profunda que siempre se hacen previamente, es relajarse con el pensamiento de que sí cuenta con todos los recursos necesarios para afrontar el reto de liderazgo que identifica con precisión. La tranquilidad y la quietud interior tienen también un gran efecto curativo (para la tensión y estrés) porque desactivan los que operan como “acumuladores” de tensión, sean ambientales, del trabajo en sí, de la decisión que se está evaluando, etc.
Cuando se practica la meditación vinculada a la acción que tenemos que enfrentar, se incorpora un sentimiento de seguridad y confianza de que vamos a ser capaces de llevar a cabo lo programado a pesar de las dificultades. Estamos acallando la mente (no se dispara con pensamientos negativos o de negación y dudas sobre lo que tenemos que hacer), bajan nuestras pulsaciones, la respiración es pausada y equilibrada.
José Luis Zunni es presidente y CEO del Instituto Europeo Ecofin de Liderazgo y vicepresidente del Foro ECOFIN, coordinador académico de la Red e Latam del grupo media-tics.com. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014. Conferenciante. Ponente permanente de Seminarios de Liderazgo y Management, autor de “Inteligencia Emocional para la Gestión. Un nuevo liderazgo empresarial”, coautor de “Liderar es sencillo. Management & Liderazgo”, coautor con Ximo Salas de “Leader’s time (Tiempo del líder)” y autor de “El Cubo del Líder” junto a Salvador Molina y Javier Hernando Guijarro. Es autor de más de 1.200 artículos sobre diversos aspectos sobre la doctrina del liderazgo y del management.