Algunos expertos auguran que el cambio climático será el gran tema informativo en los próximos 20 años. El escepticismo y la indiferencia están siendo barridos por las evidencias, día tras día y mes tras mes. Este mes de abril que ahora termina en España ha sido el más caluroso en 60 años, prácticamente desde que se tiene registros. La sequía está disparando las alarmas no solo en nuestro país sino en buena parte de Europa, en África y en EEUU. En la India se han disparado las muertes por el calor, cuando aún no ha llegado lo peor de su verano. Se empiezan a tomar medidas para intentar adaptarnos al brutal calor que se espera para este verano, pero algunas anunciadas son sencillamente ridículas, como poner toldos en algunas calles de Sevilla.
En 2018, hubo un acuerdo internacional para intentar limitar el calentamiento por debajo de 1,5 grados centígrados en los próximos años, considerando que los dos grados serían un límite muy peligroso. En estos momentos estamos en 1,3 grados de calentamiento y todo apunta a que tan solo en una década tendremos que hacer frente a migraciones masivas por causas climáticas. Se ha hecho evidente que los políticos de todo signo no están a la altura del desafío y solo miran al horizonte de cuatro años de sus elecciones. Por eso es tan importante que los medios de comunicación de masas empiecen a agitar el miedo a un gradual pero imparable sofoco.
En la complicada ecuación del cambio climático cada día es más evidente que no sabemos casi nada con certeza. Incluso los postulados del Panel Internacional de Expertos están siendo muy controvertidos. Su postulado principal, que defiende que el causante del calentamiento se debe básicamente a la actividad humana, se tambalea con recientes descubrimientos. Algunos científicos están volviendo sus miradas al microbioma del planeta, que es vital para la vida en la Tierra. Por ejemplo, Colin Averill, ecologista de ETH Zurich en Suiza, ha señalado: “Estamos empezando a ver señales aterradoras de que puede haber un gran evento de extinción microbiana en curso que apenas notamos”. Un puñado de tierra está lleno de vida. Un gramo de suelo contiene alrededor de mil millones de organismos unicelulares, con decenas de miles de especies diferentes, arqueas y bacterias. Nuestra vida depende de ellos mucho más de lo que la gente sospecha. Una reciente noticia anunciaba el descubrimiento de un microbio devorador de CO2 hallado en un volcán italiano que podría ayudar a estabilizar el cambio climático.
Este medio, www.media-tics.com, ha sido precursor en llamar la atención sobre el potencial de los organismos microscópicos en este campo vital. Recientemente publicamos en exclusiva una extensa entrevista con Carlos Jimenez Suarez, ingeniero y empresario, con el siguiente titular: “Las arqueas y las bacterias pueden tener la clave del calentamiento global”.
A medida que el calor y la sequía se hagan cada vez más evidentes en el tórrido verano que nos aguarda y los medios den al tema el protagonismo que sin duda merece, habrá más incentivos para investigar todos estos asuntos a fondo. Queda mucho por hacer y tenemos poco tiempo.