El castellano es la tercera potencia lingüística en Internet. El auge de las nuevas tecnologías en el mundo en general, y en Latinoamérica en particular, han creado un oportunidad inigualable para que España lidere a una comunidad que ya tiene 150 millones de hispanohablantes interconectados. Éste es el primero de una serie de artículos sobre la necesidad de una Estrategia de Estado para España en Internet.
En marzo de 2010 publiqué un artículo en la revista "Ejecutivos" en el que planteaba la oportunidad que representa para España esta situación privilegiada que es una herencia de su historia colonial. Esta situación tan ventajosa podría ser el punto de partida para poner en marcha un plan estratégico para aprovechar esta oportunidad y las enormes ventajas que podría tener para España.
En esta primera entrega de la serie de artículos sobre la necesidad de una estrategia española para Internet, expondré brevemente mis argumentos sobre los me apoyo para plantear esta idea y repasaré las principales ventajas que tendría para España. Los siguientes artículos estarán dedicados a desarrollar cada una de estas oportunidades detectadas con la intención de que pueda ser el programa sobre el que basar una Estrategia Global para España en Internet.
La lengua es la primera herramienta de comunicación
Actualmente, el castellano es la segunda lengua materna en el planeta. Hay más de 500.000.000 de personas que son hispanohablantes nativos, de los cuales 153.000.000 ya están conectados a Internet. Esto convierte al castellano en el tercer idioma más utilizado en Internet, después del inglés y del chino mandarín.
Como comentaba más arriba, esta posición del castellano en el TOP 3 es una herencia histórica producto de la Conquista de América hace más de 500 años. España no está haciendo nada por aprovechar esta ventaja y potenciarla. Imaginen lo que darían los franceses o los alemanes por tener una situación así…
Es cierto que el Estado ha puesto en marcha iniciativas muy valiosas tanto en el campo lingüístico como en el de las tecnologías de la información. Ahí están el Instituto Cervantes, que trabaja constantemente para fortalecer el castellano en mundo, y Red.es, que hace una excelente labor para desarrollar la sociedad de la información en España. Pero no existe una estrategia global para España en Internet. Habría que unir al Cervantes con Red.es y poner en marcha políticas con dos objetivos muy claros:
1) consolidar y ampliar la ventaja que supone contar con uno de los idiomas más extendidos en Internet, el medio global por excelencia; y
2) sacarle partido a esta ventaja.
España tiene que desarrollar una estrategia coherente y de largo de plazo para ocupar un espacio de influencia en el mundo online. Una influencia que España hoy no tiene, pero que podría tener.
Aumentar la base y crear la oferta
Una Estrategia Global para España en Internet debería contar con dos ejes básicos:
1) Facilitar el acceso a Internet en América Latina, donde está la reserva de hispanohablantes y con mayores dificultades para entrar en el mundo online.
2) En conjunto con una política para hacer crecer la comunidad de habla hispana en Internet debería existir otra, complementaria, dirigida a producir y distribuir contenidos de acuerdo a los intereses españoles.
De los 500 millones, sólo 153 estamos conectados a Internet. Así que una primera medida para asegurar el predominio del castellano en la Web podría ser ayudar a aumentar la cantidad de internautas hispanohablantes. El objetivo, entonces, son los 347 millones que todavía no tienen acceso a Internet.
Así se haría crecer el público objetivo y se crearían los canales adecuados de comunicación e interacción con esta gigantesca masa de usuarios a los que ofrecer contenidos, servicios y productos.
El posicionamiento privilegiado de España
Hay tres motivos que sitúan a España en una situación privilegiada para lograrlo:
1) España es la primera potencia económica de habla hispana en el mundo. Con diferencia. Cuenta, entonces, con los medios materiales necesarios y, además, no tiene competencia. No hay otro país que pueda aspirar a hacerlo.
2) Es el punto de conexión entre Europa y el mundo hispano por excelencia.
3) Es la referencia originaria para el mundo latinoamericano, por identidad cultural y por historia, a pesar de haber perdido peso ante Estados Unidos en la región.
Con una estrategia de este tipo España lograría un posicionamiento único y privilegiado en el mundo. Estaría “dominando” el espacio público “en español” guiado por objetivos de largo alcance: conectar al mundo con España y a España con el mundo, construir vínculos de compromiso y confianza con España a través del conocimiento y, también, posicionar a España como un referente cultural, educativo, científico y económico.
10 ventajas fundamentales para España
¿Qué ventajas podría traer esto para España? Creo que hay 10 puntos esenciales que pueden servir como base programática para un futuro plan estratégico.
1) Distribución de productos culturales a gran escala.
2) Promoción de España a todos los niveles (turismo, educación, investigación, entretenimiento, etc.).
3) Atracción de inversiones.
4) Mejora de la percepción de las empresas y los productos españoles en Latinoamérica, mercado potencial de toda la economía española.
5) Influencia en la visión política y económica de la realidad.
6) Creación de canales directos con mercados y capitales inversores potenciales.
7) Creación de una comunidad online con los países latinoamericanos para fijar intereses comunes en el mundo.
8) Construcción de agenda sobre los temas de interés estratégico para España en la región y en el mundo.
9) Potenciar la industria española de telecomunicaciones.
10) Promocionar un estilo de vida hispano en el mundo.
La lista es enorme y seguramente no podría agotarla en una primera aproximación al tema. Pero está claro que con llevar a cabo sólo uno de estos diez objetivos la estrategia ya sería un éxito.
Una oportunidad única
Teniendo en cuenta que se trata de un terreno fértil, apenas abonado, en el cual los únicos actores realmente importante son empresas privadas y, generalmente, norteamericanas como Google o Facebook, parece que España tiene un espacio libre que puede ocupar.
Es evidente que estamos frente a una oportunidad increíble. Algo con lo que muy pocos países pueden soñar. Lo primero sería llamar la atención sobre esta gran oportunidad para que ocupe el espacio que se merece en la agenda pública. Y, a partir de ahí, generar un debate que permita definir cuáles son las prioridades de España. Lo que llevaría directamente a establecer en forma clara y simple una Estrategia Global para España en Internet, con objetivos precisos.
España puede ocupar un lugar privilegiado en el escenario internacional y el medio natural para hacerlo hoy es Internet.
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