Los periodistas hemos dependido históricamente de los medios de comunicación, en sus más diversas versiones, para publicar nuestros trabajos y cobrar las correspondientes remuneraciones. Una de las grandes virtudes de la sociedad digital es la de ir suprimiendo paulatinamente los intermediarios en toda clase de sectores. Substack, fundada en San Francisco en 20017, es una, entre varias, que ha logrado un alto grado de madurez y nivel de uso. Su modelo comercial se basa en cobrar un 10% de comisión a los escritores por cada suscripción de pago que logren. El sistema se ha sofisticado con diferentes variables y hay una interesante declinación en español, con su potencial de más de 600 millones de hispanohablantes.
Su sistema de gestión de contenidos (CMS) se centra en la creación de boletines de correo electrónico, una herramienta en auge. Además, existe la posibilidad de crear un sitio web con contenido exclusivo, una “Zona VIP”. Permite recibir “donaciones” de los lectores. Los creadores de contenidos ya no tenemos que depender de anuncios display, tan evanescentes, ni de la tiranía de las redes sociales, con sus cambios de humor y software con supuesta inteligencia añadida, para cada uno se pueda crear su propia burbuja autoalimentada de entontecimiento.
Desde 2019, la plataforma cuenta con soporte para contenidos de audio, con podcast para suscriptores o abiertos al público. La Red es una maraña inmanejable de todo tipo de contenidos, la mayor parte contaminados, vacuos o directamente falsos. Contar con especialistas que nos segmenten, agrupen y escojan lo más destacados, se ha convertido en una opción vital. Este es un camino que sin duda marca un sendero de futuro y podemos ya ver por varios sitios su crecimiento, difusión y especialización.
Es muy posible que en ese horizonte bastante cercano se formen cooperativas de creadores de contenidos de todo tipo, no solo periodísticos, administradas por blockchain. Más adelante, tal vez, las compras de contenidos, medios, libros, álbumes musicales, videos, juegos y otras formas de software, no implicarán un objeto físico, surgirán nuevos modelos económicos para distribuir estas formas de información, “paseándose” por centros comerciales virtuales, como predice el maestro Ray Kurzweil.
Pero volvamos a la actualidad. Substack ha anunciado su llegada al millón de suscriptores de pago y se propone la meta de alcanzar los diez millones de suscriptores de pago, pisándole los talones al mismísimo “New York Times”. Podríamos estar conquistando una independencia periodística sin precedentes.
Para terminar, quiero señalar algunas newsletter en español que parecen interesantes, tomadas de una selección previa de Cyberjuan:
-Mindtricks, de Hugo Sáez, semanal, dedicado al mundo digital, el marketing y el comportamiento humano.
-Blog de Viajes, de Jorge Gobbi, mensual, sobre turismo y tecnología.
-Breakeven, de Xabier Iglesias, sobre emprendimiento.
-Hipergafia, de los chilenos Feliza Marro y Patricio Contreras, microentrevistas y recomendaciones sobre libros, autores, editores, librerías…
-Esta semana escribí sobre la influencia de… original título de Maximiliano Torres, que consiste esencialmente en proporcionarte link a artículos, fotos y videos encontrados en la Red de todos y para todos.
Buena caza.