La cuota de implantación de la licitación electrónica va haciéndose hueco entre las Administraciones Públicas españolas en el primer semestre del año gracias principalmente al cloud computing, su rapidez, accesibilidad y ahorro de costes.
Instituciones como la Diputación de Burgos o el Concello de Vigo se han sumado a la contratación vía electrónica, al igual que universidades, empresas públicas y hospitales. En el caso del sector sanitario, las licitaciones electrónicas pueden suponer un ahorro de hasta el 10%.
Las empresas privadas también se ven beneficiadas por esta nueva modalidad de contratación, ya que se facilita el acceso y la tramitación a concursos públicos independientemente de la localización geográfica, agilizando y abaratando los costes y estableciendo un exhaustivo control en los plazos de apertura y cierre.
La Unión Europea está fomentando el uso de las licitaciones electrónicas a través de varias directrices, entre ellas el “Libro verde de la licitación electrónica”, en la que establece que la mitad del sector público europeo debería aprovechar las ventajas de esta modalidad de contratación.