¡Vaya época que estamos viviendo! Pasamos de conceptos de transformación digital, a economía digital para después referirnos a una sociedad digital que nos asombra día a día.
Pues bien…hoy hablaremos de la ¡CULTURA DIGITAL!!
Por razones obvias, mantener vivo este Blog nos exige revisar mucha información, entrar en webs tan diversas como los juegos de Activision Blizzard o la visión que el “Jing Daily, The Brief” (Un breve diario que habla del negocio del lujo en China), nos aporta sobre la importancia de este sector en el gigante asiático.
que, a su vez, en febrero de 2016, Zarah Cheng, editora Jefa de la publicación, presentaba a HYPEBAE: “nuestro nuevo sitio femenino dirigido por editoriales a medida que avanzamos hacia la siguiente etapa del crecimiento de HYPEBEAST, esperamos mostrar a las mujeres fuertes y empoderadas de hoy”.
Anunciaba la editora Cheng que le complacía presentar el nuevo sitio web femenino de HYPEBEAST, llamado HYPEBAE.
Durante más de una década, HYPEBEAST ha sido el principal destino de lo último en ropa urbana, moda, entretenimiento y más. Especialmente relevante ha sido este cambio cultural con la moda urbana, el llamado “streetwear”.
Cheng decía en la presentación de esta nueva sección (actualmente plenamente vigente y de gran éxito por los miles de seguidores que tiene), que además de hacer hincapié en las noticias y el comercio impulsados por editoriales, esperaban seguir potenciando la cultura con “nuestra nueva plataforma para mujeres”.
E insistía: “Esperamos mostrar a las mujeres fuertes y empoderadas de hoy y queremos enfocarnos en una gama dinámica de disciplinas”.
Entonces estaban apostando y actualmente los siguen haciendo desde esta publicación, por seguir creciendo gracias a los logros de “las mentes creativas más importantes de nuestra generación”.
Una generación muy joven y que en el sector tan terriblemente competitivo como es la moda y el diseño, han destacado porque han sido capaces los líderes del Hypebeast y el streetwear, en ocupar un sitio privilegiado de la moda.
No lo han hecho quitando cuota de mercado a marcas más clásicas y convencionales, sino ampliando dicho mercado gracias a una creatividad a veces poco comprendida.
Pero como todos los procesos sociales creativos, terminan siendo vencedores, demoledores sobre la ortodoxia y finalmente aceptados por todo el mundo porque cuando hay arte en el diseño y en lo que se crea, la cosa perdura.
¿Qué diferencia hay entre Hypebeast y streetwear?
Primero definamos que es un Hypebeast.
En general se utiliza este término para referirse a una persona que sabe diferenciar qué productos tienen un alto potencial de hype y postureo.
Saben qué prendas son las que tienen más valor en el mercado, así como en instagram y van a por ellas de cabeza.
¿Qué es la moda streetwear?
La expresión “moda streetwear”, que se traduciría literalmente como “ropa de calle”, hace referencia a un estilo casual que nace en los Estados Unidos de América y se exporta al mundo a finales de la década de los 90.
Este último incorporaba, a su vez, el graffiti, lo deportivo, el punk y la moda callejera japonesa.
Y todo ello conjugado por la velocidad que las redes sociales, especialmente Instagram, dan a esta transformación digital de la cultura.
Las redes sociales no solo han cambiado la forma en que recibimos la información, sino que también han cambiado la forma en que pensamos las cosas.
Y esta transformación que de hecho está ocurriendo en la manera que vemos e interpretamos el mundo que nos rodea, nos obligan a reconocer el rol que las redes sociales juegan en nuestro entorno.
Cómo configuran también (nos guste o no) la descripción que se va haciendo de una sociedad más de imágenes que de palabras.
Se está dando una transformación obligada de nuestras vidas, nuestras actividades, incluso…nuestros sueños, apetencias, preocupaciones y un largo etcétera.
Todos los días se crean nuevas tendencias en el ámbito de la moda que aprovechan el poder de las redes sociales y se propagan como la pólvora.
Y esto es un dato observable. Puede cuantificarse porque una determinada acción de un influencer trastoca el estilo de uso de, por ejemplo, un bolso o una mochila o un jersey.
Es el caso de este portal que solo he presentado a título de ejemplo, sumado a decenas de miles de sitios que están trabajando para conectar y unificar a personas de todas partes del mundo casi al instante.
Esto da una gran fortaleza a estos portales, porque se trata de la manera actual en que la gente se comunica, de cómo sigue determinada información y qué es lo que le gusta leer, visitar, etc.
En la estratosfera de la moda, el impacto ha sido alucinante, anulando casi todas las reglas del libro de reglas, si es que existe uno definitivo. Porque estas reglas van cambiando a una velocidad que sólo la cultura digital que emana de las redes sociales es capaz de procesar.
En este punto, pareciera que la información convencional no ha recibido claro el mensaje de cómo hay que captar la atención de la gente.
Y en el sector de la moda la transformación ha sido de 360 grados.
Ha generado influencers y animadores y ha llamado la atención de las principales casas de moda, ha fomentado las colaboraciones y ha permitido que las marcas lleguen y comercialicen a una audiencia muy diferente de lo que podrían hacerlo a través de medios más tradicionales.
Su poder y valor en este momento es incalculable.
No es difícil afirmar que las redes sociales le han dado a las marcas una plataforma creativa para promocionar sus productos y obtener nuevos negocios, al tiempo que impulsan a los jóvenes amantes de la moda a la celebridad instantánea y les dan voz.
Queremos reflexionar con nuestros lectores/as, que si este fenómeno que hemos abordado hoy, que está íntimamente vinculado al sector de la moda, lo observamos a otros ámbitos de la sociedad, sin duda nos quedaremos sorprendidos como cuando empezamos a analizar estos cambios circunscriptos al sector de la moda que os he presentado.
Todo…absolutamente todo está siendo invadido por la sociedad digital, de la cual, sin duda una pieza clave es la cultura digital y de ésta, la infinidad de manifestaciones culturales que dependen de la expresión online, más aún en esta etapa de una virtualidad que ha sido necesaria en esta larga etapa de pandemia.
Además, ha impulsado transformaciones que no esperábamos hacer ni tan pronto ni tan rápido.