El avance tecnológico es exponencial, tan rápido que a veces los propios periodistas se ven desbordados. Las disciplinas que están siendo revolucionadas se pueden agrupar, básicamente en Física, Genética, Neurología, Astronomía y otras. Y en casi todas ellas la ayuda de la Inteligencia Artificial puede ser una clave de futuro.
Veamos algunos desarrollos básicos:
-El coche del futuro ya está en las calles, pero no está tan presente como debería en los medios de comunicación. Estamos hablando de coches totalmente autónomos, eléctricos, de hidrógeno o de pila de combustible. Debemos destacar que Tesla está bastante por delante en esta carrera, poniendo contra las cuerdas a los grandes fabricantes tradicionales.
-La Inteligencia Artificial es la piedra de toque de los avances tecnológicos. Uno de los que más sabe de IA en España en Xavi Uribe-Etxebarría, fundador de Sherpa. Hoy por hoy, sólo muy pocas personas en el mundo entienden realmente todas las consecuencias que estas tecnologías tendrán para nuestro mundo. Hay que advertir que el desarrollo de la IA está básicamente en manos de las grandes plataformas tecnológicas. Y por otra parte, está China. Aparte, tenemos el controvertido tema de la Súper Inteligencia Artificial. Un estudio internacional entre los principales expertos del mundo da como resultado que le asignan de media un 50% de posibilidades de que la Súper Inteligencia esté lista en torno al 2040. Y un 90% de posibilidades para que se produzca hacia 2075.
-El universo es cuántico. Hoy en día no parece que tengamos un conocimiento pleno de la mecánica cuántica, pero sí tenemos ya una base experimental muy robusta. La computación cuántica tiene logros ya muy específicos en este campo. Una vez más, China ha dado prioridad absoluta al desarrollo de la tecnología cuántica.
Quedan muchos temas clave por enumerar y tratar, en los cuáles se están produciendo numerosos desarrollos espectaculares. Por ejemplo en robótica. También en energía solar producida en el espacio y enviada a la Tierra.
Por último mencionaremos que las vacunas de Pfizer y Moderna, que han mostrado una eficacia del 95% contra el coronavirus, basan su funcionamiento en un mensaje escrito en una molécula de ARN. Se está dando así un impulso colateral a la vacuna contra el cáncer, que estaría basada también en el ARN mensajero. Marcaría el inicio de una nueva era de biomedicina.