Los editores deben abrazarse al cambio tecnológico para superar la crisis letal en la que están inmersos.
La digitalización del mundo está siendo un tsunami devastador para el negocio de la información, en papel o digital. Muchos editores en varios mercados han perdido el 60% de su difusión y el 70% de sus ingresos digitales. Y el problema básico es que la caída no encuentra suelo, ni hay todavía un modelo de negocio claro para las noticias. Los ingresos digitales, en ascenso solido durante varias años, han paliado la tendencia, pero ahora su crecimiento se está frenando por la creciente hegemonía de las grandes plataformas y las redes sociales. Ahora entramos en una nueva fase de reinvención que va a ser clave para balizar el futuro. Para cumplir su vital tarea de informar con calidad y rigor, imprescindible para que la gente tome decisiones bien fundamentadas, debe abrazarse y surfear la ola del omnipresente cambio: las tecnologías emergentes.
Los robots para servicios profesionales es una vanguardia que se está disparando. El informe de Deloitte en sus predicciones para este año, destaca varios vectores. Uno de ellos son la robots para servicios profesionales, que generarán unos ingresos superiores a las 16.000 millones de dólares, un 30% más que en 2019. Los nuevos Siri o Alexa de marca blanca para empresas y pymes, los asistentes virtuales, serán empleados este año nada menos que por el 25% de las empresas americanas. Los editores de información deben lanzarse a este recurso, tienen mucho que aportar para facilitar de manera totalmente automática información personalizada. Además, los informáticos que los desarrollan estos productos necesitan la ayuda de lingüistas, periodistas y expertos en publicidad y marketing. Los chatbots sobre WhatsApp pueden rendir grandes servicios informativos.
Hay otros muchos campos en desarrollo acelerado. Por ejemplo, la llegada de las redes 5G, sus implicaciones para las noticias digitales son enormes, significa transmisión en vivo de gran calidad. Puede ser utilizado por las salas de redacción y los editores que experimentan con la trasmisión en vivo 360/VR y en resolución de 8G y más allá. Esta tecnología dará un gran impulso a los dispositivos portátiles de todo tipo. Las gafas inteligentes parece que están listas para despegar. Véase, por ejemplo, lo que ofrece la empresa china Nreal. El video 3D en tiempo real es el futuro. La alta velocidad por satélite facilita avances de enorme potencial. También las redes 5G privadas.
Deloitte prevé que el mercado mundial de CDN (redes de difusión de contenidos que mejoran la calidad, velocidad y fiabilidad de los medios) se duplicará este año en curso y ascenderá a más de 14.000 millones de dólares. Otro vector serán las videos con anuncios (AVOD). Sin olvidar el auge de los audiolibros y los podcasts.
Muchas empresas editoras deberán fusionarse, unirse en grandes acuerdos, cooperar a fondo, para hacer frente a estos desafíos. Subirse al tren arrollador de la tecnología emergente...o desaparecer.