Laura Abasolo, directora general de Finanzas y Control de Telefónica S.A, y Elena Valderrábano, directora de Ética Corporativa y Sostenibilidad, han explicado que la compañía apuesta y trabaja por un mundo completamente sostenible: socialmente justo, seguro para el medio ambiente, económicamente próspero, inclusivo y más predecible.
Estos objetivos sólo pueden conseguirse trabajando a largo plazo sobre tres pilares estratégicos: crecimiento sostenible a través de una conectividad inclusiva, credibilidad y confianza de la sociedad y la eficiencia en todas las operaciones.
En 2018 la compañía ha mejorado la relación con sus grupos de interés- accionistas, clientes y comunidades en las que opera- y el resultado ha sido que el índice de satisfacción del cliente ha alcanzado un 7,64, la mejor valoración de los últimos años. También la revista Forbes eligió a la compañía como la primera Telco más admirada de Europa y la tercera del mundo.
Como novedad, de cara al futuro adoptará el indicador Net Promoter Score (NPS), que mide de forma más exhaustiva la relación con los clientes.
Telefónica invierte en el despliegue de redes y desarrolla soluciones innovadoras para llevar los beneficios de la sociedad de la información a todas las personas, independientemente de su ubicación, situación económica o discapacidad.
Este año se ha reforzado la Política de Privacidad para todos los países y se han desarrollado los Principios Éticos de Inteligencia Artificial.
Servicios como “Smart WiFi”, “Conexión Segura”, “Movistar Junior” o”Coche Conectado” facilitan a los clientes la gestión de sus comunicaciones de forma segura y persiguen el bienestar digital de toda la familia. De ahí el impulso de Dialogando, una plataforma gratuita que aborda el uso responsable de la tecnología en asuntos como la identidad digital, la privacidad, el ciberbullying, los videojuegos, la educación, la conducción, etc.
La apuesta por la accesibilidad se consolida con servicios como Movistar+ 5S, el servicio gratuito para que las personas con discapacidad sensorial accedan a series y películas de la plataforma de televisión Movistar+ a través de los tres sistemas de accesibilidad: audiodescripción, subtitulado y lengua de signos.
Telefónica quiere mejorar la percepción que tienen sobre la compañía los clientes y de la sociedad en general, impulsar la igualdad de género para tener una organización más diversa actuando como motor de cambio social en este ámbito, y seguir reduciendo nuestras emisiones de CO2 y las de nuestros clientes para frenar el cambio climático. El cumplimiento de estos objetivos representa ya un 20% del salario variable de los ejecutivos y a lo largo del año se extenderá a todos los empleados.
La contribución total de Telefónica a las Haciendas públicas en todo el mundo ha superado los 10.000 millones de euros (2.700 millones en España). De cada 100€ de ingresos que genera la compañía, casi 21€ se destinan al pago de impuestos.
En 2018, 10.500 proveedores han trabajado con Telefónica y la compañía gastó 25.804 millones de euros en compras, el 80% se adjudicó a proveedores locales.
Telefónica vincula su crecimiento a la conectividad, herramienta básica que garantiza el desarrollo de las comunidades y que debe ser cada vez más amplia e inclusiva, unida a la puesta en marcha y comercialización de servicios que permiten a los clientes generar un impacto positivo en el planeta.
La conectividad inclusiva implica el despliegue de redes en todos los países en lo que Telefónica tiene presencia, incluso en las zonas rurales más remotas, asegurando la asequibilidad de la oferta con una amplia gama de servicios para todos los estratos sociales. De esta forma y gracias a la iniciativa Internet para Todos, Movistar ya da servicio a 600 mil personas en Perú.
Este año el despliegue de red de fibra y cable ha alcanzado los 83 millones de unidades inmobiliarias y la cobertura LTE / 4G es del 76% a nivel global, siendo ya prácticamente 100% en Europa.
Además, Telefónica contribuye positivamente a la sostenibilidad a través de sus productos y servicios como Cloud, IoT y Big Data, que ayudan a la sociedad a gestionar de forma más eficiente las infraestructuras, la energía y los recursos naturales, como lo demuestra el que los clientes hayan logrado reducir sus emisiones a la atmósfera en más de 1,4 millones de toneladas de CO2 gracias a esos productos y servicios.
La digitalización de las redes y de las operaciones, la virtualización, la eficiencia energética y el Plan de Energía Renovable, son algunos de los ejes en los que trabaja Telefónica para conseguir la eficiencia.
Así, a finales de 2018 la multinacional había digitalizado ya un 65% de todos sus procesos, particularmente los comerciales, y espera culminar esta transformación en 2025.
Por otro lado, la FTTH (Fibra hasta el hogar) es un 85% más eficiente energéticamente en el acceso del cliente que la red de cobre. Además, con ello se evitan la mitad de las averías, y se contribuye a la economía circular a través del reciclado de grandes cantidades de cobre.
El proyecto de transformación de cobre a fibra que Telefónica realiza en España, permite también el cierre de edificios técnicos, lo que genera eficiencias añadidas. Así, a pesar de que el ritmo de cierre en nuestro país está limitado por la regulación, hasta el momento se han cerrado 255 centrales, y se ha evitado al menos 208 KWh en consumo energético y más de 56 KtCO2, que equivale aproximadamente el carbón capturado por 900.000 árboles en un año.
Todo ello contribuye a lograr unos ambiciosos objetivos de energía y emisiones para 2020 y 2030, que recibieron validación externa por parte de Science-based Target Initiative por su adecuación al Acuerdo de París.
La compañía ha cumplido estos objetivos con dos años de antelación:
En línea con sus compromisos medioambientales, Telefónica reutilizó 5 millones de equipos de comunicaciones, incluidos casi 4 millones de routers y decodificadores y más de 800.000 teléfonos móviles, con ello generó un 4% menos de residuos que en 2017 y recicló el 97% de los mismos.
En enero de 2019 Telefónica ha emitido el primer Bono Verde (Green Bond) lanzado por un operador de telecomunicaciones, que asciende a 1.000 millones de euros y un plazo de 5 años. Los ingresos obtenidos servirán para financiar proyectos destinados a aumentar la eficiencia energética de la empresa gracias a la transformación de la red de cobre en red de fibra óptica en España. En total, han participado más de 310 inversores, de los cuales más del 80% son internacionales. Cabe destacar la alta participación, cercana al 50%, de inversionistas verdes.
El reto de la transformación de Telefónica sería imposible sin el mejor equipo humano: Telefónica cerró el año con una plantilla de más de 120.000 profesionales, de los cuales el 97,7% de ellos son fijos. El impacto en la sociedad no queda solo en los empleados, Telefónica genera 1,2 millones de puestos de trabajo entre empleos directos, indirectos e inducidos en el conjunto de geografías donde opera.
Asimismo, se está llevando a cabo la capacitación de los trabajadores en torno a nuevas habilidades comerciales y tecnológicas, como el Cloud o la inteligencia artificial. El 95% de ellos el año pasado participaron en algún tipo de iniciativa de formación y aproximadamente una quinta parte del total lo hizo en temas de Big Data y habilidades digitales.
El Consejo de Administración en 2017 definió la diversidad como la principal fuente de talento, marcando dos prioridades: reducir la brecha de mujeres que ocupan puestos de responsabilidad en la empresa y atraer talento joven. Un Consejo de Diversidad compuesto por directivos de primer nivel se encarga de impulsar las iniciativas necesarias para avanzar en este ámbito.
De esta forma, el equipo humano evoluciona hacia una mayor diversidad. El 38% de la plantilla ya está compuesta por mujeres, que representan el 23% de los puestos de dirección. El objetivo es que para 2020 esa proporción ascienda al 30%.
Es una prioridad contar con personas de diferentes culturas, género, orientación sexual, raza, generaciones, capacidades, perfiles, etc., y más allá de todo esto, personas motivadas y con diferentes pensamientos. De ahí que en 2018 Telefónica fuera una de las primeras empresas que se comprometió públicamente con el derecho a la desconexión digital de los empleados como elemento clave para mejorar su equilibrio entre la vida personal y laboral. Pensando también en el bienestar en un sentido amplio se ha creado una normativa interna sobre seguridad, salud y bienestar.