Si bien mucho se hablaba en los últimos tiempos del desembarco del gigante proveedor de contenidos de programas de televisión y películas a través de Internet a televisores, ordenadores y dispositivos móviles por un abono mensual, no dejó de sorprender, sin embargo, que la región haya desplazado un mercado económicamente muy atractivo como el europeo. ¿O es que los directivos de Netflix piensan que los europeos no tienen un duro en sus bolsillos?
Quizás no sea exactamente ese el argumento que predominó en el bunker de Netflix a la hora de decidir la aventura latinoamericana , que incluye Caribe. Sí, en cambio, distintos analistas de la región recordaron que el Continente está viviendo un momento de alto crecimiento acompañado de un fuerte desarrollo de la banda ancha, sobre todo en países como Brasil, México y Argentina que tienen una penetración de ese servicio del 30% como mínimo. Tampoco se les pasó por alto a los expertos que el español sea la lengua dominante de sus 600 millones de habitantes, fenómeno que brinda al negocio una escala muy interesante, más allá que la compañía también comercializará contenidos en inglés y portugués. Netflik acordó con las tres cadenas más grandes de la región, Televisa y TV Azteca de México, así con Globo de Brasil, la distribución de sus contenidos.
Así la cosas, el desembarco de Netflik no sólo dejó al descubierto la magnitud que está tomando el mercado del video online, también las lagunas existentes en las leyes de Medios de los algunos países de la región. Un buen caso para ilustrar esto último es el argentino, que no discrimina entre contenido y red de transporte. En efecto, mientras las telecos y operadores de televisión por cable enfrentan restricciones en su participación del negocio de contenidos audiovisuales, que van desde impedimentos que les cierran por completo las puertas del sector, hasta limitaciones a la participación de mercado o de cantidad de licencias, una empresa que utilice Internet para la distribución de contenidos tendría, a priori, menos limitaciones. Los abogados agradecidos de antemano.