Jarvis comienza con una cita: "Un sabio editor que conozco describió la situación de su periódico de esta manera: tenemos dos casas. Una está en llamas y la otra no está construida todavía, así que nuestro problema es que tenemos que combatir las llamas de la antigua casa al mismo tiempo que intentamos descubrir cómo construir la nueva".
Voy a tratar de resumir el extenso trabajo de Jarvis, de más de 20 páginas, en una serie de pequeñas píldoras:
"El resultado final -concluye Jarvis- podría ser una empresa más pequeña de lo que solía ser, que está exenta de requisitos ridículos para mantener altos niveles de ingreso y escala". Como otros muchos sectores de la economía en la era digital, opera como una empresa de servicios en lugar de como una fábrica de productos. "El personal se organizará en equipos capacitados y multifuncionales en torno a las comunidades a las que sirven en lugar de silos de producción o departamentos". Estas personas "colaborarán con entusiasmo con otras personas de la industria que invierte en la fabricación de tecnología innovadora". El personal se volverá experto en escuchar. La empresa se desarrollará y dependerá de múltiples fuentes de ingresos: publicidad de muchas formas y mayor calidad y valor. Incluirá las suscripciones, membresía, eventos y comercio.
Pero Jarvis advierte finalmente que "todo eso es solo una estrategia a corto plazo. Necesitamos comprarnos el tiempo para luego reinventar el periodismo, porque habrá muchas nuevas formas de cumplir nuestra misión". Jarvis advierte: "No hay garantía de que mi estrategia funcione. Solo hay dos garantías: si no nos reinventamos a nosotros mismos, caminamos a una muerte segura. Estamos al comienzo de un largo proceso. Aún no sabemos qué es Internet. Aún no sabemos qué puede ser el periodismo. Pero he aquí un comienzo".