Hasta ahora, los países nórdicos y algunos diarios estadounidenses han sido el ejemplo a seguir a la hora de soñar con una prensa capaz de sostenerse a sí misma gracias a sus usuarios. Los primeros, porque en países como Noruega han conseguido que la mayoría de la gente pague por leer noticias. Los segundos, porque con 'The New York Times' y 'The Washington Post' están demostrando que hay esperanza.
A partir de ahora, a estos dos grandes y exitosos actores en el mercado del pago por contenidos se puede unir Francia con todo el derecho. El país galo ha logrado que cale entre los usuarios la necesidad de que paguen por leer noticias. Y han respondido como quizás se esperaba de ellos.
Los principales diarios del país han levantado muros de pago que están arrasando. 'Le Monde', 'Le Figaro' y el nativo digital 'Mediapart' superan con creces los 100.000 abonados. Cada uno de ellos. 'Le Monde', por ejemplo, ronda los 180.000 abonados. 'Mediapart', los 140.000. 'Le Figaro' va un poco por detrás, pero en noviembre de 2018 rompió la barrera de los 100.000 suscriptores de pago. En los tres casos, la cuota mensual cuesta entre 10 y 15 euros al mes. El precio estándar de cualquier servicio digital que se precie, desde Netflix hasta Spotify.
No son los únicos diarios con exitosos modelos de pago. El deportivo 'L'Équipe' tiene más de 82.000 abonados, a razón de 10 euros mensuales. 'Les Echos' supera los 44.000 suscriptores. Y otros, como el católico 'La Croix', el izquierdista 'Libération' o el popular 'Le Parisien', superan los 10.000 suscriptores.
Para hacernos una idea de la magnitud de estas cifras, baste recordar que 'eldiario.es', uno de los líderes en suscripciones de pago en España, tiene alrededor de 33.000 suscriptores. 'El Español', de Pedro J. Ramírez, supera los 12.000 suscriptores, que suponen el 15 % de sus ingresos totales.
Porque la prensa, en general, no quiere renunciar ni a cierta gratuidad en algunos contenidos (los más básicos: información pura del día a día) ni a los anuncios. Sobre todo porque ha costado mucho tiempo lograr las audiencias actuales (en Francia, 'Le Monde' superó en diciembre los 95,7 millones de visitas) y porque los usuarios que entran a la web de un medio y leen artículos gratis, puede que terminen abonándose para ver también los de pago. 'Le Figaro' convierte a 5.000 nuevos suscriptores al mes gracias a este método, que tranquilizará a los más tacaños porque implica que la prensa difícilmente se va a hacer de pago total. Aunque algunos medios estén restringiendo al máximo la gratuidad, como es el caso de Vocento en España con algunas cabeceras regionales.
Para 'Le Monde', la línea roja es no cobrar por más del 40 % de los contenidos. Pero es probable que la tendencia general del sector sea la de terminar cobrando por la práctica totalidad de los contenidos. A fin de cuentas, la prensa nunca ha sido gratis cuando triunfaba en los quioscos, y la tele ofrecía noticias sin coste. Nunca hubo problemas porque eran dos productos completamente diferentes, lo mismo que se puede (y debe) pensar de los blogs y las redes sociales: no tienen nada que ver con un periódico. Afortunadamente.
Repasamos los aspectos positivos y negativos de la prensa en Francia en un año crucial para el desarrollo de nuevos modelos de negocio.
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