En Estados Unidos, las redacciones de los periódicos se han reducido un 45 % en una década. Un informe de la Escuela de Medios y Periodismo de la Universidad de Carolina del Norte encontró que no solamente hay menos periódicos en Estados Unidos, sino que también hay menos propietarios, principalmente grandes corporaciones y fondos de cobertura. En Europa, la biblia del periodismo de calidad, 'Le Monde', ha caído en manos de un industrial checo. Desde luego, tenemos en Estados Unidos algunos ejemplos de grandes medios de calidad que parecen haber alcanzado importantes éxitos: esencialmente 'The New York Times' y 'The Washington Post'. La causa principal es que están en inglés y se han hecho publicaciones globales. El Times tiene tres millones de suscriptores, con un ingreso neto de unos 25 millones de dólares.
El profesor de periodismo norteamericano Jeremy Littau ha hecho en su blog una interesante reflexión sobre la bajada a los infiernos de los medios de comunicación. En la segunda mitad del siglo XX, grandes cadenas como Gannett o Knight Ridder lograban la insólita cifra de beneficio entre el 30 y el 40 % de la facturación. Estos años dorados, que no han sido exclusivos de Estados Unidos, han arrastrado a los editores a una molicie y a un conservadurismo suicida. A principios de la década del 2000, subraya Littau, el 75 % u 80 % de los ingresos provenían de la publicidad, especialmente de los anuncios clasificados, hasta que un señor llamado Craig Newman creó 'Craiglist' y comenzó el llamado Espiral de la Muerte para la Prensa. La edad de oro terminó a finales de los 80, pero los editores no están a la altura de la nueva competencia, con lo que se cargan de una deuda masiva que ahora les sigue pasando factura. Además, tal vez lo más grave es que han perdido el control de la distribución, que ahora lo ostentan Google y Facebook, que en teoría no son editores, pero que se llevan el 60 % de toda la publicidad digital. Los ingresos de Google están en unos 67.000 millones de dólares, que curiosamente eran los ingresos por publicidad de toda la prensa norteamericana en el año 2000 (ahora están en menos de 17.000 millones).
Una reciente información de 'NiemanLab.org' señala que los diarios en Estados Unidos cuestan hoy más del doble que hace una década. Del 'New York Times' cuesta más de 1.000 dólares al año la suscripción impresa. El 'Boston Globe' y el 'Washington Post' cuestan entre 750 dólares y 650 al año. Comprar el periódico en el quiosco cuesta generalmente entre 2 y 3 dólares el ejemplar. Pero esta brutal subida está lejos de haberle salvado la vida y las caídas continúan de manera implacable.
El crecimiento del modelo de suscripción ha sido uno de los mayores avances en los últimos años, pero algunos expertos vaticinan que este sistema tiene unos condicionantes y unos límites claros. ¿Se suscribirá la gente a un periódico nacional, a otro local, a Netflix, a Hulu, a HBO Go, a 'The Athletic' y a su podcast favorito?
En España, estamos sin duda bastante cerca de tocar techo en las audiencias de medios digitales tras varios años de alzas de dos dígitos, que los editores exhibían como un éxito arrollador. En los dos últimos años, en España no hemos pasado de los 33 millones de usuarios únicos. En noviembre pasado, 'El País' tenía 15,12 millones y 'El Mundo', 15,05 millones.
Todo esto sugiere, al menos, un par de cosas: que tengas una abultada cifra de visitantes únicos no te asegura la sobrevivencia, y menos si dependes de plataformas como Facebook. Si un digital depende exclusivamente de los ingresos por publicidad, va a tener dificultades en esta segunda parte de la crisis. Solo queda reinventarse.