La operación ha tenido muy buena recepción por parte de los inversores institucionales, cuya demanda ha permitido fijar el cupón en el 1,069%, hasta 25 puntos básicos por debajo de las indicaciones iniciales de precio. La prima final pagada se sitúa en tan solo 3 puntos básicos, significativamente por debajo de la media de emisiones del año. El libro de órdenes final se situó en los 5,2 millardos, lo que supone una sobresuscripción de más de 5 veces. Cabe destacar el elevado interés de inversores verdes, con una participación superior al 50%, lo que contribuye a ampliar la base inversora. En total, han participado más de 310 inversores, de los cuales más de 80% son inversores internacionales.
Telefónica continúa reforzando su posición financiera con financiación a largo plazo a tipos históricamente bajos al mismo tiempo que alarga la vida media de su deuda. El cierre y desembolso final de la operación será el próximo 5 de febrero de 2019.
Los fondos obtenidos servirán para financiar proyectos destinados a incrementar la eficiencia energética de la compañía gracias al proceso de transformación del cobre hacia la fibra óptica en España y podrán utilizarse, en cualquier caso, para iniciativas ya existentes (con una antigüedad no superior a tres años) y para proyectos futuros.
La FTTH (Fibra hasta el hogar) es un 85% más eficiente energéticamente en el acceso del cliente que la red de cobre. Y ha permitido ahorrar 208 GWh en los tres últimos años, lo que supone evitar la emisión a la atmósfera de 56.500 toneladas de CO2, equivalente al carbono secuestrado por más de 900.000 árboles. Además, el despliegue de fibra está permitiendo a la compañía cerrar una central de cobre al día, reciclando todo el material como parte de su compromiso con la economía circular.
La migración a la fibra sumada al uso de energía renovable y a otras iniciativas de eficiencia energética, están permitiendo a Telefónica consolidar su red de telecomunicaciones como una de las más sostenibles del mercado en términos de energía y CO2. Y así lo ha reconocido recientemente el CDP al incluirla en la Lista A de las empresas líderes en gestión del cambio climático por quinto año consecutivo.
A nivel global, más del 50% de la electricidad que usa Telefónica procede de fuentes renovables. Y ha estabilizado su consumo de energía a pesar de que el tráfico ha crecido un 107% en los tres últimos años, de este modo ha mejorado su eficiencia en más del 50%. Todo esto lo ha logrado con dos ejercicios de antelación a lo establecido en sus objetivos.
La compañía ya es 100% renovable en Europa y Brasil, acercándose así a su objetivo de ser renovable en todos los países en 2030. Y ha disminuido sus emisiones de CO2 un 28% en tres años, con el compromiso de recortarlas un 30% a 2020 y un 50% a 2030, en línea con el Acuerdo de París.
En su presentación el pasado mes de diciembre, Telefónica compartió con el mercado su interés en potenciales financiaciones de proyectos verdes y sociales que muestren un beneficio positivo ambiental, climático y social, vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. El texto está alineado con los Principios de los Bonos Verdes de la ICMA 2018 (Asociación Internacional de los Mercados de Capitales).
Telefónica muestra así también su compromiso con la comunidad inversora y con la sociedad en su conjunto, contribuyendo al bienestar social al tiempo que genera valor para sus accionistas. Esta emisión, además, representa una oportunidad interesante para diversificar y extender la base inversora de la compañía.