La tecnología permite superar barreras y mejorar nuestras vidas. Que se lo digan a cualquier televisor tradicional, que fácilmente puede convertirse en una smart tv gracias a que existen dispositivos que dotan de Internet a pantallas aparentemente condenadas a la obsolescencia. Las grandes tecnológicas ya tienen alguno en el mercado: en Apple TV de su homónimo gigante, el Chromecast de Google o el Fire TV de Amazon. Pero hay pequeños fabricantes que han puesto en el mercado otros dispositivos similares, como los popularmente conocidos como 'Android TV' (por integrar como sistema operativo el Android de Google) o Roku, que en realidad es una marca fundada en 2008 para fabricar y vender estos dispositivos. Aunque con ellos ha llegado la polémica.
La intención de Roku no difiere en mucho de la de sus grandes competidores: basta con conectar el dispositivo al televisor -y a Internet- para gozar de las posibilidades que brinda la Red a nuestra pantalla. La mayoría de los usuarios simplemente quiere disfrutar de Netflix o HBO en su tele de siempre. A lo sumo, navegar de vez en cuando por Internet o ver algún contenido 'a la carta'. Pero hay quien busca ir más lejos y poder disfrutar de canales de pago... sin pagar.
Una simple búsqueda por Internet permite acceder a decenas de enlaces en los que se explica cómo acceder a canales de pago en Roku sin tener que suscribirse. No es la idea original, que sepamos, pero el hecho de que el dispositivo esté basado en software libre permite a cualquier persona crear sus propias aplicaciones, incluso si servirán para emitir de forma pirata algunos canales. La mudanza de la televisión a Internet ha facilitado la piratería, y Roku permite llevarla hasta el mismísimo salón.
Esto ha traído problemas al fabricante, que promueve el acceso a canales gratuitos (como YouTube o la televisión de Red Bull, entre varias decenas de posibilidades) y a canales de pago (a los que los usuarios deben suscribirse de manera individual y simplemente acceder después desde el dispositivo Roku) a través de las apps de terceros. Aunque Roku cuenta con 'The Roku Channel', una aplicación propia y gratuita que ofrece contenidos gratuitos -más de 10.000 películas- a todos los usuarios del dispositivo. Eso sí lo controlan ellos, pero es legal. Y es parte de su futuro modelo de negocio.
En parte para librarse de esa mala imagen que genera la piratería en Roku y en parte para aumentar su poder en los dispositivos que vende -en América del Norte tiene casi el 40 % de la cuota de mercado de estos aparatos que hacen inteligentes a los televisores, y eso que en México se ha llegado a prohibir su venta-, la compañía ha dado un paso más y ha puesto en marcha las 'Suscripciones Premium'. En realidad solo es una pestaña que aglutina todos los servicios de pago de terceros, pero la novedad está en que los integra y permite abonarse a ellos a través de Roku, en lugar de hacerlo a cada uno de forma individual. De este modo, los abonos se pagan directamente a Roku en una sola factura. Ya hay 25 proveedores involucrados, entre ellos Showtime y Starz, aunque no están ni Netflix ni HBO. Estaríamos hablando de Roku como "el Netflix de los Netflixes", algo en absoluto descabellado si tenemos en cuenta que solo en Estados Unidos habrá 200 plataformas de vídeo bajo demanda durante los próximos años.
Por cierto, algunas versiones de Roku no funcionan correctamente fuera de los Estados Unidos, aunque, de nuevo, existe la forma de poder utilizarlo. Hay que seguir la pista a este dispositivo.