Internet está salvado tal y como lo conocemos, al menos de momento. El Parlamento Europeo ha rechazado por un estrecho margen (318 votos en contra frente a 278 a favor) la nueva legislación de protección de derechos de autor que enfrentaba a artistas y a internautas.
La propuesta incluía medidas como la otorgación de derechos conexos a los editores, que podrían haber exigido contraprestación económica a plataformas como Google News o Menéame en caso de enlazar sus contenidos. También se podían negar a ello, rompiendo con un principio básico de Internet como es el intercambio de enlaces.
Asimismo, la legislación convertía a plataformas como YouTube en responsables de los contenidos que subieran sus usuarios, obligando a que dispusieran de un software capaz de eliminar los contenidos sujetos a derechos de autor. Los detractores de esta medida alegaban la posibilidad de que el algoritmo censurase de manera indiscriminada e incluso errónea algunos contenidos.
Por el contrario, los artistas y creadores tenían ante sí la posibilidad de disfrutar de un marco legal que otorgase mayor poder a sus creaciones en la era digital, donde los bienes circulan por la Red prácticamente sin restricciones. A pesar de ello, realidades como los memes parecían estar a salvo, a pesar de utilizar casi siempre imágenes sujetas a derechos.
La polémica en torno a la legislación ha llevado a Tim Berners-Lee, el creador de la World Wide Web (WWW), a aliarse con compañías como Google y plataformas como Wikipedia para protestar por una medida de la que han llegado a decir que era "una amenaza para Internet". De hecho, Wikipedia ha pasado dos días impidiendo la consulta de sus contenidos en señal de protesta y mostrando en su lugar un mensaje en el que invita a sus usuarios a enviar correos electrónicos a los europarlamentarios para explicarles por qué, a su juicio, la nueva legislación propuesta supone tal amenaza.
Finalmente, Internet ha ganado la partida y la nueva legislación europea no entrará en vigor. Al menos de momento.