Economía y Sociedad

¿Qué hace Utah para ser el próximo Silicon Valley?

Nuevos ecosistemas tecnológicos en Estados Unidos

Miguel Ángel Ossorio Vega | Jueves 05 de abril de 2018
Solo tiene 3 millones de habitantes, frente a los casi 40 de California, y las tecnológicas tienen dificultad para encontrar talento a su medida, pero este Estado comienza a despuntar gracias a varios unicornios dispuestos a comerse el mundo sin pasar por San Francisco.

Nunca sabremos si fue antes el huevo o la gallina, si Silicon Valley es la meca de la tecnología porque hubo una vez una empresa que se asentó allí y triunfó o si las empresas han triunfado precisamente por estar allí. Pero en el caso de Utah, hubo un huevo que se hizo gallina: Omniture. Sucedió allá por los años 2000, poco antes de que reventase la burbuja de las puntocom. Aquella compañía de analítica web, fundada en 1996, fue vendida en 2009 a Adobe por 1.800 millones de dólares, dinero que el cofundador de la compañía, Josh James, aprovechó para fundar Domo. Ya tiene 800 empleados, que se suman a los 1.600 de Qualtrics (que levantó más de 70 millones de dólares en una ronda al más puro estilo Silicon Valley) o los 940 de Pluralsight. Estas compañías están radicadas en Utah, que poco a poco se está convirtiendo en una sucursal de Silicon Valley, en este caso conocida como 'Silicon Slopes'.

Tal vez Utah no tenga el glamur de California (para empezar, no tiene playa: está enclavado en el oeste del país). Tampoco es conocido y admirado en el mundo por ciudades-icono como Los Ángeles o San Francisco, pero en Utah está Sant-Lake City (que acogió los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002), hay parques naturales, lagos y... nieve (cuando corresponde). También es la sede mundial de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: los mormones, religión que profesa más del 60% de los 3 millones de habitantes de este Estado, en su mayoría de ascendencia inglesa y en un 82% blancos.

La escasa población permite una densidad de 10 habitantes por kilómetro cuadrado. La capital, Salt-Lake City, apenas supera los 180.000 habitantes, frente a los 864.000 de San Francisco. Y esto, aunque a priori parezca cómodo, es en realidad un problema para las tecnológicas que emergen en Utah: no encuentran talento. La universidades públicas del Estado otorgaron apenas 1.181 títulos en Informática en 2015, aunque la cifra crecido considerablemente: en 2000 fueron 513. Aunque a grandes males, grandes soluciones: el Estado se ha convertido en una especie de agujero negro que abduce a egresados de universidades de otros lugares (desde Princeton hasta Northwestern o la Universidad de Michigan), trabaja en remoto con empleados de otras ciudades e incluso atrae a jóvenes en busca de su oportunidad en el campo tecnológico.

Sin embargo, la falta de talento está perjudicando precisamente a las startups que luchan por abrirse camino en este Estado, ya que los pocos perfiles adecuados a sus necesidades se los llevan los cuatro unicornios que ya despuntan. "Cuando estás empezando, si estás en un Estado que no tiene mucho talento tecnológico, tienes muchas cosas en tu contra. La primera, que eres una compañía pequeña y probablemente muchos no van a apostar por ti. Y, además, probablemente no puedas pagar tanto como las compañías grandes que hay a tu alrededor", explica Eric Rea, cofundador y CEO de Podium.

A pesar de ello, el 8,6% de la fuerza laboral de Utah se concentra en el sector tecnológico. En California es el 9,1%, aunque la población de este Estado ronda los 40 millones.

Fuera primero el huevo o la gallina, lo que sí tenemos claro en el mundo actual es que el sector tecnológico necesita poner muchos huevos para que pueda crecer alguna gallina en el futuro. Y en esas está Utah, con programas en marcha que buscan adecuar los temarios de las universidades a los requerimientos de las empresas, con el objetivo de alzarse como un nuevo Silicon Valley a 1.000 kilómetros de distancia del original.

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