Nuestra foto de portada corresponde a la que muestra https://www.internationalwomensday.com/ e inmediatamente bajo ésta nos advierte: DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER 2018
“Ahora, más que nunca, existe un fuerte llamado a la acción para avanzar y progresar en la paridad de género. Existe un fuerte llamado a #PressforProgress para motivar y unir a amigos, colegas y comunidades enteras para pensar, actuar y ser inclusivos en materia de género”.
Independientemente del éxito logrado con los actos del pasado jueves 8 de marzo, la cuestión es cómo se va a afrontar el futuro. Es una constante, que después de un impacto mediático como el que ha habido en todo el mundo, en los días posteriores exista aún esa efervescencia que nos invade a todos. Aunque a medida que va transcurriendo el tiempo (imaginemos en los próximos meses), esas burbujas que nos han salpicado se habrán volatilizado.
No es que sea pesimista…es lo que siempre termina ocurriendo en casi todos los movimientos sociales si no hay una respuesta acorde de la sociedad en su conjunto, estando a la cabeza de esta responsabilidad, la clase dirigente y política.
De ahí el llamado a la acción de todas y cada una de las organizaciones que están comprometidas con la igualdad de género. No hay tiempo que perder…porque si esto ocurre se pasará rápidamente al olvido. Que lo hecho y todo el esfuerzo organizativo diluya su fuerza, especialmente en el liderazgo político que siempre ha estado a rebufo de los acontecimientos sociales, muy en particular cualquier reclamo y contestación social correspondiente al ámbito de las mujeres.
Pero lo que sucede con el movimiento universal que arranca el 8 de marzo, ya no es una cuestión de reivindicación exclusiva de la mujer, porque la igualdad nos atañe a todos. Con igualdad de género construiremos sociedades mejores, más justas y equilibradas, principalmente más empáticas con los sectores sociales más débiles y desprotegidos. Así de simple.
Cuando desde International Women’s Day se dice que “individualmente, somos una gota, pero juntos somos un océano. Comprométase con una mentalidad de paridad de género a través de una acción progresiva. Colaboremos todos para acelerar la paridad de género, de modo que nuestra acción colectiva impulse la igualdad en todo el mundo”, se está dando por sentado lo que decimos más arriba: que no se pinche la burbuja y que no caigamos nuevamente en la cuenta del “día después” ataviada, como es habitual, de pompa y circunstancia en casi todos los grandes movimientos sociales, pero que la realidad cotidiana y la incompetencia política dejan como suele suceder, para más tarde…para ese día de mañana que nunca llega o que la experiencia nos indica que cuesta mucho en llegar, siempre de la mano de los grandes movimientos de reclamo social.
Eso que decía mi abuela “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” es un defecto congénito de las clase política. A veces me pregunto si tienen un interruptor de prioridades tipo switch on-off que no funciona…o lo hace a regañadientes.
Por eso el movimiento International Women’s Day nos advierte de que es importante elegir una acción, la que nos sea más cómoda y accesible. O sea, seleccionar un área en la que una persona puede comprometerse y concentrarse específicamente para presionar por el progreso de la paridad de género en su propia esfera de influencia. Cada persona tiene en el ámbito en el que se mueve (trabajo, circunstancias personales, etc.) una forma en la que influenciar y facilitar que el impulso e impacto inicial no se desinfle.
Por ejemplo, algunas cuestiones concretas en la que se puede presionar es:
- Cuestionar cualquier falta de participación de la mujer, cuando en cualquiera sea el ámbito que se analice no sólo se está produciendo, sino que no hay visos de que vaya a modificarse.
- Identificar alternativas que sean más inclusivas para las mujeres.
- Nominar mujeres para todo tipo de oportunidades que se presenten y crear nuevas condiciones de oportunidad, cuando la realidad nos dice que la participación no está prevista o hay reticencias para que ellas concurran en igualdad de condiciones.
- Siempre incluir y apoyar a las mujeres.
Pero quizás el cambio de mentalidad más importante que hay que abordar, provenga del principio que hay que grabar a fuego, especialmente en la clase dirigente y política, de que tenemos imperiosa necesidad de un mundo “50/50” como el objetivo. Esta es la gran meta de la carrera de fondo en la que estamos compitiendo todos. Hombres y mujeres sin distinción de género.
Nos parece importantísimo cuando en las acciones que se pide desde el movimiento International Women’s Day, para presionar, se dice que “hay que cuestionar los estereotipos y el sesgo” teniendo en cuenta que:
- Hay que tener cuidado y evitar esas preguntas sobre las mujeres que demuestran cierto actitudes cavernícolas cuando se trata de referirse a actos, dichos o pensamientos que directamente afectan a la mujer.
- Evitar y combatir todas aquellas declaraciones desafiantes así como descalificadoras, que limitan y coartan la libertad de las mujeres.
- Acostumbrarnos todos a utilizar siempre y en cualquier circunstancia en la que nos movamos, un lenguaje inclusivo.
- Trabajar para eliminar las barreras al progreso de las mujeres.
Se pretende también forjar una visibilidad positiva de las mujeres consistente en:
- Identificar formas de hacer que las mujeres sean más visibles.
- Ampliar las oportunidades a las mujeres primero.
- Asumir que las mujeres quieren oportunidades hasta que se rechacen.
- Seleccionar mujeres como portavoces y líderes.
- Apoyar a las mujeres visibles.
Me parece oportuno hacer referencia a un dicho mexicano de que “una casa no se apoya en la tierra…sino en una mujer”. Cuánto más comprendamos que esto es así y que constituyen la fuerza fundamental de la célula primaria de una sociedad que es la familia, mejor nos irá a todos.