Los seis principales diarios españoles (El País, El Mundo, ABC, La Razón, El Periódico y La Vanguardia) ingresaron 23 millones de euros por publicidad en sus versiones impresas durante diciembre de 2017. Ese mismo mes ingresaron 11,5 millones por publicidad digital. En total, 34 millones de euros de los que solo un tercio llegó vía Internet. En paralelo, esos mismos diarios difundieron 548.012 ejemplares, mientras que sus webs rozaron los 82 millones de usuarios únicos. Es decir: las ediciones en papel facturaron el doble que las digitales a pesar de tener el 0,66% de la audiencia total según difusión o el 4,17% según lectores (se calcula que vendieron unos 300.000 ejemplares ese mes).
Estos datos, que recoge 'El Español' citando diversas fuentes, demostrarían que la publicidad en papel sigue siendo el principal salvavidas de los medios españoles, a pesar de lo bien posicionadas que están sus ediciones digitales. Que no sean capaces de dar la vuelta a la tortilla demuestra la peligrosa posición en que se encuentran estas compañías, que cada vez tienen más complicado sostener sus ediciones en papel mientras crecen a pasos agigantados en Internet, pero sin posibilidades de rentabilizar el enorme flujo de usuarios que consumen sus productos.
El problema de fondo es que la publicidad en papel también decrece, dejando a los medios en una situación aún más complicada. Según datos reflejados por 'El Español', las cabeceras en papel de los asociados a la AMI (Asociación de Medios de Información) vieron cómo su publicidad se reducía un 6,1% en 2017, mientras la digital creció un 11,3%. Sería una buena noticia si no fuera por el hecho de que la publicidad digital se paga mucho más barata que la del papel, lo que reduce los ingresos de los medios y, por ende, su capacidad de crear productos de mayor calidad que atraigan a lectores dispuestos a rascarse el bolsillo.
A pesar de esto, Infoadex cifra en 1.548 millones de euros la publicidad en Internet frente a los 567,4 millones del papel, en datos de 2017. Pero gran parte del dinero digital va a parar a Google y Facebook, principalmente, dejando apenas 500 millones para los medios, que además lo tienen que compartir con nuevos actores digitales.
En contraposición a estas cifras están las que llegan de fuera de España, donde medios como el 'Financial Times' y compañías como Axel Springer hace tiempo que obtienen más dinero por el canal digital que por sus productos en papel. En el caso del FT, de una cifra de abonados superior a 800.000 que tenía en 2016, más de 600.000 eran digitales, algo impensable en las cabeceras españolas principalmente porque siguen regalando en Internet lo que cobran en papel. Un modelo de negocio obsoleto que ha pasado factura a unos medios que luchan por sobrevivir rodeados de amenazas y sin posibilidad de desarrollar las estrategias que podrían salvarlos de la desaparición por haber acostumbrado a los lectores a que la información en Internet no cuesta dinero.