George Soros suele sembrar la polémica allá donde vaya o resuene su nombre, aunque es cuando habla el momento en el que se nota mejor lo polémico e influyente a partes igual que es. Algo que se magnifica si se habla de redes sociales y su papel, cada vez más discutido, en la sociedad. Acaba de suceder en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), donde Soros ha cargado duramente contra las redes sociales, a las que considera "una amenaza" para la sociedad por su "conducta monopólica", algo que tendrá "consecuencias negativas de largo alcance sobre el funcionamiento de la democracia", citando como caso particular "la integridad de las elecciones".
Según Soros, las redes sociales "se consideran dueñas del universo", por lo que "explotan el medioambiente social" y "engañan a sus usuarios al manipular su atención y dirigirla hacia sus propios propósitos comerciales" gracias a mecanismos que fomentan la "adicción", dijo comparando a estas plataformas con las casas de apuestas.
El multimillonario húngaro, que financia a medios de comunicación y al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) a través de la Open Society Foundation, también cargó contra el papel de las redes sociales en el plano informativo. "Las redes sociales inducen a que la gente renuncie a su autonomía", explicó. "El poder de moldear la atención de la gente se concentra cada vez más en las manos de un puñado de empresas", dijo en referencia a Google o Facebook. El peligro, según Soros, reside en que "la gente sin libertad de pensamiento puede ser manipulada con facilidad", y habló claramente del papel de estas plataformas en las elecciones estadounidenses que dieron la victoria a Donald Trump, a cuya Administración ve como "un peligro para el mundo". Soros cree que "una alianza entre los estados autoritarios y estos monopolios tecnológicos tan grandes y ricos en información" podría dar lugar a "sistemas de vigilancia corporativa" con "dimensiones tales que ni siquiera Aldous Huxley o George Orwell podrían haber imaginado".
El freno a estos peligros llegaría, según Soros, por la vía de la regulación, algo que alabó a la Unión Europea y a su comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, convertida en el azote de las tecnológicas. "El hecho de que sean distribuidoras cuasi monopólicas las convierte en servicios públicos", afirmó Soros, por lo que "deberían estar sujetos a regulaciones más estrictas que apunten a preservar la competencia, la innovación y el acceso universal justo y abierto". Esta nueva regulación "y los impuestos" serán las causas de la caída de las redes sociales: "Es solo una cuestión de tiempo que el dominio de las tecnológicas estadounidenses se rompa. Davos es un buen lugar para anunciar que tienen los días contados". Que tiemble Zuckerberg.