Puede que todavía no hayas dado el salto al 4K, algo lógico si tenemos en cuenta que la oferta de canales con esta calidad de imagen todavía es escasa y que este tipo de televisores son sensiblemente más caros que los Full HD 'de toda la vida' (qué fácil es acostumbrarse a la tecnología...). Igual estabas pensando en hacerlo de cara al Mundial de fútbol de este verano, ya que esta competición es esperada como agua de mayo por los fabricantes porque es aprovechada por muchas personas para renovar su televisor. Sentimos decirte que incluso con una flamante tele 4K estarás un paso por detrás: el 8K ya es una realidad.
Este fin de semana ha arrancado el Consumer Electronics Show (CES) en Las Vegas, Estados Unidos, la primera gran cita tecnológica del año. Y allí, Samsung ha presentado "The Wall", un televisor de 146 pulgadas que puede adaptarse a cualquier espacio sin alterar la imagen. Pero no ha sido el único: también ha desvelado un QLED 8K dotado de inteligencia artificial para escalar las imágenes, de manera que puede convertir a 8K incluso contenidos grabados en SD. Esto mataría antes de nacer a los canales 4K y convertiría en innecesarios los HD. ¿Qué pensará Netflix de todo esto?
Más allá de la brutal definición, las teles están mostrando otra tendencia: perder la rigidez. LG ha presentado un televisor OLED de 65 pulgadas cuya pantalla se puede enrollar, de tal modo que puede guardarse en un tubo como si fuera la típica pantalla blanca que se utiliza con los proyectores.
Que tiemble Tesla
Más allá de las teles, el CES suele servir de preámbulo al Salón del Automóvil de Detroir, sobre todo porque los principales avances tecnológicos se están reservando últimamente al evento de Las Vegas. Aquí hemos conocido el Byton, un vehículo que llama la atención por su salpicadero: es una enorme pantalla. No hay botones. Tampoco en el volante, que los sustituye por una tablet que aceptará apps de terceros. El vehículo es un SUV híbrido con 400 kilómetros de autonomía, y está dotado de inteligencia artificial y control por voz. También reconoce caras y permite control gestual gracias a una serie de cámaras situadas en el interior de la cabina. Costará unos 45.000 euros en su versión básica, aunque parece que no será autónomo. La compañía, dirigida por antiguos ejecutivos de BMW, Apple, Tesla y Google, dice tener en marcha otros modelos, desde uno con una autonomía superior a los 500 kilómetros hasta otros que son autónomos de nivel 4. Ha sido una de las grandes sorpresas hasta ahora. Apunta este dato: uno de los inversores de Byton es la china Tencent.
Gadgets y sensores
El CES 2018 también profundizará en otras tendencias tecnológicas, como el mundo de los asistentes virtuales controlados por voz y la sensorización del mundo. Este último capítulo ha traído una interesante novedad de la mano de L'Oréal: un sensor que funciona sin batería y que se pega a la uña del pulgar. Mide la exposición del individuo a los rayos UV y almacena las mediciones en el móvil, alertando al usuario cuando los niveles ponen en peligro su salud. Este campo es de los más prolíficos y el CES suele arrojar novedades que habrá que seguir.
El show, sin embargo, también es un punto de encuentro de frikismo. Y eso nos encanta. Ya hemos visto desde un traje (el Teslasuit) que emite señales eléctricas sobre distintas partes del cuerpo para simular dolor físico, y que será útil para hacer más realista la experiencia de jugar en realidad virtual, hasta un candado que se abre con la huella dactilar. También, una estantería conectada para nuestras botellas de vino, unos auriculares que además de ofrecer nuestra música nos dan un masaje en la cabeza o un espejo conectado con Alexa. Y todavía quedan varios días de CES.