A vueltas con el culebrón catalanista, sigue la enorme duda: ¿son independentistas todos los telespectadores de TV3?, ¿hay crisis en el secesionismo catalán y en sus tele-audiencias autonómicas?, ¿hay vida en TV3 más allá de la movida estelada?
No hay cosa que falle más que el Centro de Investigaciones Sociológicas (Gobierno de España) haciendo previsiones sobre la intención de voto. Pero tampoco cabe más especulación que las que propuso ayer la última oleada del CIS en Cataluña sobre unas elecciones que arrancaron esta semana con candidatos de plasma (¡esta vez no es Mariano Rajoy sino el que fuera Honorable!), incertidumbres de alianzas y ambigüedades a la carta.
El caso es que el CIS dijo ayer que la mayoría del Parlament es de ERC, pero que la candidata más votada es la de Ciudadanos. Pero que el PSC no podrá arrimarse a la estrategia del pacto de las izquierdas (que Podemos y ERC siempre han negado, o puesto de perfil). Y el PP a vueltas con eso de que ellos siempre superan en votos a la intención del voto, por el votante vergonzante que tienen en Cataluña. Mientras Podemos mete en tribunales el 155 y ciertos adalides regionales critican el seguidismo secesionista de la franquicia catalana de los morados. En fin, un lío de CUP y muy señor mío.
Pues por si no fuéramos pocos, llegó la TV3 intervenida por el gobierno de la Generalitat intervenida por el Gobierno de España. Una TV3 que vive de la subvención pública, así como de una supuesta audiencia que muchos ponemos en duda y que las métricas de Kantar Media (el Papado de las televisiones) zarandean mes tras mes, audímetro tras audímetro.
El caso es que el 2 de mayo se decía que TV3 tocaba fondo en un abril donde no llegaba al 10% de cuota de pantalla. Se hablaba de batacazo histórico de la audiencia de la televisión pública catalana. Un drama para el catalanismo sólo comparable con el de marzo de 2016, donde se estimó una audiencia acumulada en fuga del 43% desde el año 2001.
De hecho, en febrero de 2017 perdía el liderazgo de audiencia en Cataluña con una cuota de pantalla del 10,6% por debajo de Antena 3, situación histórica para la única televisión que por idioma se vincula con millones de espectadores cautivos.
Pero el secesionismo de 2017 regó las audiencias y germinaron los brotes verdes en TV3. El llamado ‘proces’ reactivó el número de personas pegadas a la tele pública catalana. La audiencia se disparó con un crecimiento del 40% al 1 de octubre de 2017. ¡Eran las vacas gordas de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI)!
Ahora, los datos de audiencia de octubre y noviembre de Kantar Media vuelven a remansar las aguas. Del 17,5% de share medio de TV3 en octubre de 2017, se ha pasado al 13,9%. Esto supone una caída de 3,6% puntos de share en menos de 30 días.
¿Será el intervencionismo del Estado? ¿Será el cansancio de la audiencia respecto a la cantinela secesionista? ¡Será lo que será!, pero lo cierto y verdad es que TV3 se desinfla con el suflé que anticipa el CIS. Así que señores, váyanse con la música a otra parte.
Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN y de la Asociación de Profesionales de la Comunicación (ProCom)