El mundo de las redes sociales también ha llegado a las redes de distribución de energía eléctrica 'inteligente' o 'smart grids', lo que supone una serie de ventajas pero también inseguridades, como pone de manifiesto Martín Durán, analista de Ceprede, en un artículo en N-economía.
Uno de los objetivos de las smart grids es mantener constantemente informado al consumidor sobre cuánta energía está usando en tiempo real y ya hay usuarios que consultan su consumo a través de las redes sociales, especialmente en Twitter y Facebook, asegura Durán.
Por ello, las redes sociales han creado soluciones específicas. La empresa americana Tenrehte Technologies ha sido una de las primeras en desarrollar una aplicación de Facebook que permitiría a los usuarios vigilar a distancia su consumo energético y gestionarlo.
Otras aplicaciones implementadas a través de Facebook es WattsUp, que permite intercambiar la información del consumo eléctrico con otro usuario, lo que incentiva la competencia por ser más verde a través de las redes sociales.
Por su parte, Twitter, también ha creado aplicaciones como Tweet-a Watt.
Para 2020, el 80% de los medidores eléctricos tienen que ser inteligentes, por lo que compañías, usuarios y reguladores deben consensuar un marco regulador que permita que no sólo se cumpla este objetivo, sino que se pueda pasar de un sistema energético centralizado e ineficiente a uno difersificado y sostenible.