El mundo de la tecnología es tan peculiar que incluso modifica reglas básicas de la economía. Resulta difícil de creer para cualquier persona de a pie que Samsung vaya a ganar más dinero por las ventas del iPhone que por las de su propia alternativa en el mercado, el Galaxy S8. Pero la realidad va por otro camino, y la culpa la tiene el propio mercado, como ha podido constatar el 'Wall Street Journal'.
La compañía coreana fabrica las pantallas OLED y la memoria flash del iPhone X, el carísimo modelo que está llamado a ser la estrella del catálogo de Apple. Por cada unidad que venda la empresa californiana (a unos 1.000 euros), Samsung recibirá 85. Por el contrario, por cada S8 que Samsung consiga colocar a los consumidores se embolsará 170 euros.
Llegados a este punto, usted pensará que no nos hemos enterado de nada: Samsung gana más dinero por cada S8 vendido que por cada iPhone X. Sí, es cierto. Pero ahora tenemos que tirar de previsiones: Apple planea vender 130 millones de iPhone X durante los primeros 20 meses. Lo cual supone para Samsung más de 14.000 millones de euros. Por el contrario, los coreanos solo cuentan con vender 50 millones de unidades del S8, lo cual reportará 8.500 millones de euros a sus arcas.
La dependencia mutua de estas dos compañías, rivales en el mercado, es tal que Samsung va a dedicar la práctica totalidad de sus recursos para fabricar paneles OLED a la compañía de la manzana. Han pasado de fabricar 15.000 unidades al mes, a superar las 100.000. Todo sea para adaptarse a la demanda que exige Apple. Su rival.