La industria audiovisual vive un tsunami que está asolando sus cimientos. La convergencia del consumo de horas de televisión por Internet respecto a las horas en televisión tradicional, ya se ha producido.
Los agoreros hablaban de que algún día se produciría, pero ya ha llegado y el hábito de consumir tele por Internet ya no se puede achacar a los millennials y a los ninis. Porque la televisión por Internet es lo que consumimos todos cuando hemos dejado de comentar en los corrillos el fútbol y los toros de Canal Plus, para comentar cuántos capítulos has visto de tal serie o por qué temporada vas de Juego de Tronos.
La evolución del consumo diario medio de televisión en 2012 era de 179 minutos en televisiones normales en abierto, frente a 89 minutos a través de Internet. Pero estas dos cuchillas de la tijera se han ido cerrando y ahora es de 164 minutos en abierto y 157 por Internet. La tijera se ha cerrado y comenzará a ser más favorable para los que se den prisa en migrar su oferta de contenidos audiovisuales a la gran red de redes.
Sky anunció a principios de semana su desembarco en España con una oferta de doce canales temáticos para iniciar su ofensiva frente a HBO y Netflix. Pero no olvidemos las andanadas que preparan los grandes de Internet, los GAFA. Google a través de Youtube y Facebook, han anunciado ya que exportarán pronto a Europa y a España lo que comienzan a experimentar con éxito en Estados Unidos, donde empezaron a participar en la compra de derechos de retrasmisión de grandes eventos deportivos y sus ofertas de ficción propia.
Mientras, en España convivimos con canales autonómicos de televisión pública y alguna privada (Castilla y León, por ejemplo) que hacen lo que pueden mirando más al presupuesto regional de sus contratos programa que a la competitividad de sus ofertas televisivas y su transformación trasmedia a través de plataformas de pago y producción propia de calidad atractiva para las audiencias.
Telemadrid vive su pequeña revolución con una nueva reconversión y una nueva parrilla que iniciará su despegue el lunes 18 de septiembre, tras su presentación pública el día 14 a través de La Otra (de 8 a 9 de la noche en directo). Pero, ¿son gigantes o molinos de viento? El tiempo nos lo dirá; pero desde luego, son tiempos para mover hilos y hacer apuestas importantes. La transformación digital no entiende de dueños públicos o privados, de marcas históricas o nuevas, de nostalgia de tiempos mejores.
La tele que todos conocimos a comienzos del milenio no se parecerá en nada a la ya estamos empezando a consumir: consumo a la carta, contenidos de ficción y entretenimiento universales, interacción con concursos, proponer finales y cambio de argumento en las series, la tele en el móvil, retrasmisiones multipantalla, etc., etc.
El tsunami en la industria audiovisual no va a ser comparable con ninguna otra reconversión anterior de la industria tradicional por el impacto del ojo del huracán de la Red de Redes. Quizá sólo el viento que asoló a las agencias de viajes y a la venta de billetes de avión pueda ser comparable con lo que los nuevos jugadores de la industria audiovisual por Internet está impactando en la industria tradicional.
¡Es hora de velar las armas! ¡Es hora de transformarse!
Salvador Molina - Presidente de la Asociación de Profesionales de la Comunicación (ProCom) y consejero de Telemadrid.