El profesor Walter Scheidel, catedrático de Historia de la Universidad de Stanford, ha publicado recientemente un libro titulado 'The Great Leveler' (que se puede traducir como 'El Gran Nivelador'). Hace un repaso a los últimos 12.000 años de la historia humana y comprueba que 'el gran nivelador' de la tendencia general a la concentración de la riqueza y la desigualdad han sido los acontecimientos violentos, principalmente las guerras y los desastres naturales.
El cambio climático tiene que ver con estos hechos, escribe en Aeon. Hasta el final de la última glaciación, hace unos 12.000 años, nuestros antepasados vivían en pequeños grupos dedicados a la caza y a la recolección, en los que no había prácticamente propiedad ni transmisión de la misma. La creación de los primeros Estados, hace más de 3.000 años, fue el primer detonante para el estallido de la desigualdad. El Estado de Egipto y el Imperio Romano fueron máximos ejemplos de esta concentración de poder. Entre el año 2.000 a.C. y el 100 d.C. -dice Scheidel- la fortuna de los ricos romanos aumentó en cerca de 100 veces. Algunos aristócratas poseían miles de esclavos.
Las dos guerras mundiales del siglo XX han producido un efecto de nivelación masiva. Desgraciadamente, podemos comprobar que el empuje por la nivelación no acontece por causas pacíficas.
El ya célebre economista francés Thomas Piketty argumenta en su libro 'El capital en el siglo XXI' cómo en las últimas décadas la concentración de la riqueza tiende a acelerarse. La desigualdad ha ido en aumento también con la desaparición del comunismo. En Rusia y China, y también en la India, la concentración de la riqueza marcha en esa dirección.
Actualmente, concluye Walter Scheidel, estamos enfrentándonos a una nueva ola de concentración de la riqueza que puede llegar a ser brutal, empujada por un cambio tecnológico que se está acelerando enormemente. La ingeniería genética, la Inteligencia Artificial, las mejoras biológicas y la expansión de la mente humana podrían crear desigualdades que apenas nos podemos imaginar. ¿Terminará todo esto en otro giro violento, imprevisto y dramático, de consecuencias incalculables?
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, destaca en una larga entrevista en 'El País' el proceso de aceleración que se está produciendo con el cambio tecnológico. Álvarez-Pallete es un buen conocedor del ecosistema digital. Destaca cómo al teléfono fijo le costó 75 años alcanzar los 100 millones de usuarios. La aplicación 'PokémonGO', lanzada hace unos meses, alcanzó esa cifra en 23 días. Hace diez años, dice Álvarez-Pallete, entre las grandes empresas globales solo había una tecnológica, que era Microsoft, y ahora no hay ninguna que no sea tecnológica. El ingreso medio de una persona prácticamente no ha cambiado en los últimos 10 o 15 años, pero la riqueza que se está creando derivada del cambio tecnológico es enorme. "¿Cómo vamos a distribuir esa riqueza y cómo vamos a canalizar el progreso derivado del cambio tecnológico?", se interroga Álvarez-Pallete. "Todo esto exige un nuevo marco regulatorio, una 'constitución digital'", precisa Pallete.
Estamos ante uno de los dilemas claves de la historia humana.