Los movimientos generados por las redes sociales, como los surgidos en el norte de África o en la Puerta del Sol de Madrid, carecen de las herramientas para dirigir a las personas de abajo hacia arriba. Es lo que investiga ahora Steven Johnson, en su estudio de los patrones de conducta. Lo ha contado en las conferencias de Fundación Telefónica.
La tecnología para crear las redes descentralizadas que unen a las personases son muy ubicuas y potentes. “Muy buenas para la agrupación de cluster para recaudar fondos, por ejemplo. Reunirse en una plaza para protestar crea mucha energía, pero estos movimientos no saben luego ni hacia que rumbo dirigirse, ni su objetivo final concreto porque carecen de las herramientas para dirigir a las personas de abajo hacia arriba”, explica el escritor de divulgación científica Steven Johnson. Las redes sociales tienen mucha capacidad de convocatoria, pero carecen de herramientas para conseguir un objetivo final concreto. “Esas herramientas son las que ahora estamos todos buscando”, añade Johnson.
Para Johnson, la mayor innovación de las redes sociales es poder agrupar a un enorme número de personas con intereses comunes, ahora se hace por Internet antes era en las plazas públicas o en los cafés. “Cuando se unen muchas personas se crea progreso, y los valores resultantes serán decisivos en 10 o 15 años. Es lo que está sucediendo ahora en las calles de Madrid, y estas nuevas agrupaciones serán la gran revolución de nuestro tiempo”, asegura Johnson.