Como casi todo en Internet, los eSports nacieron por casualidad: jóvenes jugones que decidieron grabarse mientras disfrutaban de sus videojuegos favoritos y compartir después los vídeos en la Red. Esa casualidad es ahora un negocio millonario del que ya viven algunas personas y un río en el que todos quieren pescar. El último en llegar, pero no menos importante, es Facebook, que está firmando contratos con equipos de jugadores para que comiencen a publicar contenidos en la red social. No quiere quedarse atrás en una carrera dominada por Twitch (propiedad de Amazon y exclusivamente dedicada a la retransmisión de partidas de videojuegos) y YouTube.
Con casi 2.000 millones de usuarios y una creciente importancia estratégica del vídeo, Facebook quiere poner un pie en un sector que se promete millonario. Entre los planes iniciales están el pagar a algunos equipos para que publiquen sus vídeos en la red social. Deberán producir un mínimo de horas, pero no de forma exclusiva (algo que otras plataformas sí exigen).
La compañía, además, ultima un gran acuerdo con ESL, la mayor competición de deportes electrónicos del planeta. Se desconocen por el momento los términos del acuerdo y en qué consistirá exactamente.
Durante 2016, los usuarios vieron 9,6 millones de horas de eSports en directo y otros contenidos relacionados en plataformas especializadas, según estimaciones de SuperData Research. En 2017 se espera que sean 11,4 millones de horas, una tendencia, la del crecimiento, que se repetirá durante los próximos años, principalmente por el auge que cobrará este sector conforme más distribuidores y marcas apuesten por él.