La compañía Apis Cor. ha construido una casa en menos de un día utilizando una impresora 3D. Existe una incipiente industria de la construcción de hogares de este tipo, aunque todavía existen dificultades técnicas para que lleguen a las ciudades.
Comprar una casa se convirtió en el gran quebradero de cabeza de muchas personas: precios desorbitados, dificultad para encontrar buenos emplazamientos, la hipoteca, el tiempo de construcción y entrega... Hasta que estalló la crisis y destruyó el mercado inmobiliario (y con él los sueños de muchas personas). La tecnología, una vez más, quiere tomar cartas en el asunto: la impresión 3D parece una vía para solucionar algunos de los mayores problemas que existe en querer tener tu propio hogar.
La compañía Apis Cor. ha utilizado una localidad del oeste de Rusia para construir 'Stupino', una casa de 38 metros cuadrados de aspecto circular y tejado plano, aunque resistente al peso de la nieve. Su principal material son unas membranas de un polímero soldado que después es aislado con un revestimiento sólido, lo que ha permitido que esta vivienda haya sido levantada en apenas 24 horas gracias a una impresora 3D del tamaño de una grúa.
Según la compañía, el coste total de construir la vivienda ha sido de 10.134 dólares, lo que supone unos 275 dólares por metro cuadrado (alrededor de 258 euros por metro cuadrado). El precio por metro cuadrado en Madrid no baja de los 1.431 euros para una vivienda nueva, según el portal Idealista.
La rapidez con que pueden construir estas viviendas es útil, según sus promotores, en caso de catástrofes que requieran una respuesta inmediata a las necesidades de los ciudadanos y de las propias ciudades, como reconstruir puentes o carreteras. Como hogar, por el momento sólo es viable en zonas rurales, dado que no existe tecnología de impresión 3D que permita levantar un edificio de apartamentos en mitad de una gran ciudad (aunque sí para construir algunas partes de esos bloques de viviendas, como se hace ya en muchas otras industrias).
Desde Apis Cor. creen que en el futuro podrían construir con este sistema viviendas de protección oficial, dado que los costes se reducen al mínimo por la rapidez en su construcción, el menor coste de los materiales y la eliminación del factor humano, responsable de errores y demoras en los proyectos (aunque 'Stupino' ha requerido la participación de humanos en su construcción, dado que no es un proceso totalmente automatizado). Esto permitiría que más gente pudiera acceder a una vivienda a un precio asequible, aunque la empresa no tiene en cuenta el coste del suelo ni los desafíos técnicos que existen para utilizar estas impresoras en las ciudades. De hecho, la misión de la empresa es "cambiar la industria de la construcción para que millones de personas tengan la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida". Tal vez sea el comienzo de una nueva revolución en el mercado inmobiliario.